
Por qué la información falsa sobre Suiza difundida desde el exterior también es una cuestión de seguridad

En la esfera internacional circulan informaciones erróneas sobre la neutralidad suiza. Al país alpino le conviene que no se generen falsas preconcepciones en este sentido. Un análisis de Benjamin von Wyl.
En la esfera internacional circulan informaciones erróneas sobre la neutralidad suiza. Es importante que no se tenga una imagen errónea del país en el exterior. Un análisis.
¿Suiza sigue siendo neutral? Esta pregunta o preguntas por el estilo acumulan 14.000 búsquedas mensuales en Google desde el extranjero y en inglés.
En las búsquedas de prueba, en posiciones relativamente altas, Google arroja un artículo en inglés del medioEnlace externo estatal turco, titulado «Por qué Suiza abandona su neutralidad después de 500 años». El texto en sí es más matizado. No obstante, el título establece un marco conceptual erróneo y condiciona la interpretación. Y los títulos –como bien saben los periodistas– los leen muchas más personas que el resto del texto.
Información falsa por parte de medios de propaganda rusos
Tal volumen de búsquedas en Google desde el extranjero acerca de la neutralidad suiza puede deberse a distintos factores. Uno de ellos es que hay actores en el exterior –sobre todo canales de propaganda rusos– que difunden información falsa sobre este tema.
Es importante que los lectores que se toman la molestia de investigar activamente la neutralidad suiza encuentren información fiable y correcta. Quien sostiene que Suiza ya no es neutral, afirma que Suiza es parcial. Y a quienes son parciales, se les puede tratar como enemigos.
Por consiguiente, para Suiza es clave que la neutralidad y, con ello, las directrices de su política exterior desde 1815, se transmitan correctamente a la opinión pública internacional.
No todas las informaciones falsas son desinformación. Se habla de desinformación cuando se difunde intencionadamente información engañosa o errónea con el fin de manipular la opinión pública.
En las democracias, según afirma, por ejemplo, el experto británico en espionaje Rory Cormac, la desinformación tiene por objeto crear división social. La desinformación suele entrar en juego en temas en los que coexisten posturas contrapuestas con una fuerte carga emocional.
El ejemplo más célebre en Suiza se produjo en otoño del 2022 a raíz de un cartel falsificado en las redes sociales que apelaba a denunciar a los vecinos que hicieran un uso excesivo de la calefacción. Dicho cartel tenía por objetivo instigar temor a una crisis energética y a un Estado cada vez más autoritario. Pero también apuntaba a la brecha ya existente en torno a la cuestión
sobre si imponer sanciones ante la invasión rusa en Ucrania afectaría a la prosperidad de Suiza. El cartel, de producción casera, estaba bien falsificado, entre otros, porque el supuesto número de teléfono para interponer las denuncias era el número real de las autoridades suizas.
El bulo se descubrió rápidamente y fue ampliamente señalado como tal en los medios. Sin embargo, aquellos que por lo general desconfían de los medios de comunicación podrían seguir dudando de la veracidad de esta rectificación.
Opiniones divergentes respecto a la resiliencia
En Suiza hay divergencia de opiniones sobre cuán resiliente es el país frente a la desinformación. El hecho de que Suiza sea un país pequeño, con cuatro idiomas, con un régimen federal, en medio de Europa y que no sea miembro de la Unión Europea hace que no sea un blanco atractivo para la desinformación. Debido a las frecuentes campañas electorales, la ciudadanía suiza está acostumbrada a formarse una opinión con regularidad y a observar con espíritu crítico el material publicitario exagerado y, en ocasiones, falaz. Por ende, debería estar sensibilizada frente a la desinformación. Esta es una de las conclusiones a las que llega el manual «Digitalización de la democracia suiza».
En cambio, otros, por ejemplo, Touradj Ebrahimi, profesor en la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), propugnan que la desinformación podría ser especialmente perjudicial para Suiza debido a los referéndums populares que se celebran periódicamente. Precisamente la periodicidad de los comicios en Suiza hace que una población informada sea crucial. Si un actor internacional tuviera intereses específicos en una votación popular, Suiza sería vulnerable.
La desinformación no se centra tanto en los debates internos del país. Es más habitual que Suiza sea objeto de desinformación en cuestiones internacionales. Esto se debe a que numerosas organizaciones internacionales tienen su sede en Suiza, un país muy globalizado a nivel político y económico.
Si uno escucha cien veces que Suiza ya no es neutral, acaba percibiendo tal afirmación como visión dominante, incluso si la autoría es la misma, pero le llega a través de diferentes canales. Y el efecto de escuchar informaciones falsas con frecuencia también está demostrado.

«Suiza parece un campo de batalla»: un vídeo de Berna
Esta pasada primavera, millones de personas vieron un vídeo de unos 30 segundos rodado en Berna que muestra personas huyendo del gas lacrimógeno. Se trata de escenas de una manifestación propalestina en Berna. El vídeo fue compartido por docenas de cuentas en redes sociales como X (antigua Twitter). Con mensajes que sacaban las escenas de contexto –unas veces más y, otras, menos–, el vídeo «Suiza parece un campo de batalla» alcanzó millones de visualizaciones. El usuario anónimo que compartió el vídeo afirmó que los manifestantes querían derribar la sinagoga y apalear a personas judías.
Estos son los hechos: Hubo una manifestación propalestina en Berna que acabó escalando. La policía tenía la situación bajo control. El copresidente de la Comunidad Judía de Berna agradecióEnlace externo a la policía por su rápida intervención. Tanto la Comunidad Judía de Berna como la Federación de Comunidades Israelitas de Suiza transmitieronEnlace externo la inseguridad de las personas judías porque la manifestación acabó aproximándose a la calle cercana a la sinagoga. El colectivo de manifestantes declaró al medio suizo ’20 Minuten’ que pretendían acercarse a la Embajada de Estados Unidos, situada cerca de la sinagoga. La policía comunicó al mismo medio que no se podía descartar que parte del colectivo hubiera querido acercarse «a la sinagoga o a la embajada».
Los textos engañosos que se difundieron junto con los vídeos diferían considerablemente en cuanto a su grado de tergiversación. Un usuario británico con una gran audiencia en las redes aseveró que el presunto «derribo de la sinagoga» era parte del «plan globalista de destruir Occidente desde dentro», lo cual hace alusión a una teoría conspirativa con trasfondo antisemita muy conocida.
El día de los hechos, la Embajada de Estados Unidos en Berna recomendóEnlace externo a sus nacionales que se informaran en medios fiables, en particular, en el servicio en inglés de Swissinfo. Sin embargo, esos vídeos virales tienen su efecto y el periodismo serio no se puede permitir investigar a fondo cada tergiversación.
En general, para la democracia es fundamental formar a la población en materia mediáticaEnlace externo, de modo que todas las personas puedan cuestionar individualmente las técnicas de manipulación.
Cómo Suiza gestiona la desinformación:

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Defensa espiritual en la era digital: Cómo Suiza y otros países gestionan la desinformación
Ahora bien, teniendo público en el extranjero, un país como Suiza no tiene más remedio que explicarse a través de los medios y, a ser posible, en muchos idiomas.
Retratada como país criminal e inseguro
Las publicaciones acerca del vídeo de la manifestación en Berna tomaron un hecho real, tergiversaron el contexto y coadyuvaron a la incertidumbre y polarización. Un efecto colateral fue que Suiza acabó retratada como un país inestable e inseguro en el que la policía ha perdido el control.
La idea de que Suiza es un país inseguro también predomina en las redes sociales en China. En plataformas como Xiaohongshu y Douyin, se tilda a menudo a Suiza de país racista y criminal. Son muchos los usuarios chinos que relatan en Internet cómo les han robado o atracado en Suiza. Las medidas de seguridad a las que deben someterse personas chinas que aspiran a estudiar en Suiza se exageran en el discurso chino, presentándolas como una «prohibición de estudiantes chinos». Un artículoEnlace externo en el medio ‘Blick’, en el que un estudiante chino narraba el racismo sufrido durante la búsqueda de una vivienda, fue traducido y ampliamente difundido.
En el ámbito chino también se difunde que Suiza ha abandonado su neutralidad. Según estas publicaciones, si China invadiera Taiwán, Suiza congelaría todas las cuentas bancarias de la comunidad china porque Estados Unidos –así lo afirma una publicación muy popular– hace chantaje a los bancos suizos con el sistema SWIFT. En definitiva, el mensaje que se transmite es que Suiza ha abandonado su neutralidad y se deja chantajear.
Tales narrativas en el discurso chino no tienen un autor común directamente identificable, pero aparecen en un entorno censurado y refuerzan la apariencia de una actitud antichina en la sociedad y la economía suizas. Una vez más, estos usuarios describen Suiza como un país inestable.

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Concepciones equivocadas sobre los bancos suizos
Nuestra audiencia lectora remite comentarios similares a nuestros periodistas de habla árabe, siempre que Swissinfo informa sobre la actividad de los bancos suizos. Este tema es recibido con especial carga emocional por parte de la comunidad araboparlante, pues en las redes sociales numerosos vídeos afirman que en Suiza uno puede abrirse una cuenta cifrada sin revelar su identidad, simplemente asignándosele un código numérico, de modo que los dictadores y las élites árabes ocultarían así su dinero.
En realidad, no es posible abrir una cuenta bancaria de forma anónima en Suiza.
En el ámbito árabe también circula información falsa sobre la migración en Suiza. Por ejemplo, en TikTok se hizo viral un vídeo en árabe en el que se aseguraba que Suiza expulsaría a todos los inmigrantes hasta junio de 2025.
Este tipo de informaciones no constituye un riesgo directo para la seguridad. Empero, en lugar de brindar una representación diferenciada de la realidad, la distorsionan y dibujan una imagen errónea de Suiza.
La neutralidad: una cuestión decisiva
Por supuesto, en el ámbito árabe también se tienen preconcepciones erróneas sobre la neutralidad suiza. «¿Es Suiza realmente neutral con respecto a Palestina?», planteaba ‘Al JazeeraEnlace externo’ a finales de 2024 en un análisis exhaustivo, en el cual se expone cronológicamente cuánto tiempo Suiza ha mantenido una postura equilibrada en el conflicto de Oriente Medio antes de precisar que, a partir del 7 de octubre del 2023, dejó de hacerlo. Este cambio se debe, entre otros, al hecho de que Suiza reconoce Hamás como organización terrorista. La «nueva postura proisraelí» se debe a la creciente influencia de la derecha suiza, afirma este canal de televisión catarí.
¿Suiza sigue siendo neutral o ha abandonado su neutralidad? Esta es una cuestión decisiva para la seguridad de Suiza en la esfera internacional.
Mientras que en el medio estatal ‘Al Jazeera’, un periodista catarí, que figura con su nombre, se atreve a lanzar una interpretación contundente, medios estatales rusos como el programa en lengua alemana RT Deutsch (antes Russia Today) difunden desinformación anónima.

Suiza en la propaganda rusa
Un audioinformativo de RT de finales de 2024 aseveraba que Suiza se estaba acercando a la OTAN «en gran medida a puerta cerrada». En la publicación se insinuaba que el abandono de la neutralidad arrastraría «a Suiza a los conflictos geopolíticos de Occidente». En otros contenidos anteriores, RT afirmaba que Suiza ya había abandonado su neutralidad, entre otros, a raíz de que la exconsejera federal y expresidenta Viola Amherd fuera «una defensora de la OTAN». Esta cronología contradictoria pone de manifiesto la mala intención de los autores, pues no se trata en absoluto de información coherente, sino de una narrativa negativa.
Desde principios de 2024, RT ha redoblado su cobertura informativa sobre Suiza. Su redacción alemana ha añadido el logotipo de Suiza en el encabezado de la página de inicio, posiblemente también para legitimar la cobertura informativa. Aunque en Alemania aún se puede acceder a la plataforma en línea, desde el inicio de la invasión rusa, la Unión Europea ha prohibido el medio RT.
No todos los artículos que publica RT sobre Suiza dicen mentiras. No en todos los casos es evidente que los artículos abordan temas de naturaleza política. Por ejemplo, RT también publicó una «Oda a Sascha Ruefer», el controvertido comentarista de fútbol de la Televisión Suiza. Pero incluso en dicho artículo, dirigido a un público alejado de la política, se puede entrever cierto resentimiento. Lo mismo sucede en otra publicación en la que se sostiene que el medio de comunicación privado más grande de Suiza está arruinado y hace propaganda a favor de Ucrania. Este audioinformativo alcanzó una audiencia de un millón de personas.
A menudo se dice que RT tiene poco alcance. No obstante, tal y como arrojan estudiosEnlace externo, sus contenidos encuentran público, en parte a través de “medios alternativos” que hacen referencia a RT o que directamente reproducen sus artículos, entre ellos, la revista ‘Die Weltwoche’. De este modo se crea un biotopo mediático propio. En este enlace, un artículo del diario NZZ al respecto, en alemánEnlace externo.
Riesgo de desinformación en idiomas extranjeros
Es poco probable que este biotopo se imponga en las lenguas nacionales de Suiza. Lo que es mucho más probable es que en otros idiomas y en ciertos temas predomine información errónea.
Las 14.000 búsquedas en Google sobre la neutralidad suiza provienen de personas que quieren formarse su propia opinión. De momento, disponen de información correcta y objetiva.
Los primeros resultados de búsqueda fueron publicaciones de Wikipedia, Swissinfo y el Ministerio de Asuntos Exteriores. Si bien las informaciones publicadas por el ministerio son correctas, es evidente que parten de fuentes estatales. A través de esa oferta informativa, los lectores escépticos sólo pueden constatar que Suiza es un país neutral.
En el artículo de Wikipedia sobre la neutralidad suiza aparece un banner de advertencia que señala que el artículo tiene «varios problemasEnlace externo».
En Swissinfo se puede encontrar un artículo que trata de proporcionar una visión de conjunto objetiva sobre la neutralidad, su historia y su configuración, abordando, entre otros aspectos, la importante diferencia entre el derecho de neutralidad y la política de neutralidad. Dicho artículo ha sido redactado por la persona responsable de la redacción de política exterior y revisado por nuestro redactor jefe.
¿Por qué son importantes los medios de comunicación con orientación internacional y qué pueden lograr? Valoraciones de nuestro redactor jefe, Mark Livingston.

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Entre las fake news y los hechos: La responsabilidad de los medios de comunicación internacionales
Artículo realizado con la colaboración de May Elmahdi Lichtsteiner, Kristian Foss Brandt, Elena Servettaz y Ying Zhang, editado por Mark Livingston y adaptado al español por Antonio Suárez Varela/pi

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