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Los sacerdotes de Friburgo, entre los peor pagados

Vida digna en el retiro esperan los sacerdotes. Keystone

En el cantón católico de Friburgo se busca aumentar, a partir del 2004 en 45%, el salario de los prelados, que ahora se sitúa en menos de 4.000 francos mensuales.

La meta es mejorar las prestaciones en la edad del retiro en un país en el que el salario para un párroco ronda los 7.000 francos mensuales.

Y es que “el salario del sacerdote católico es 3 veces inferior en Friburgo que en Berna”, explica a swissinfo, Miguel Blanco, prelado responsable en lengua española para el Cantón de Friburgo.

“Esta es una cuestión que llevan tratando 20 años con la política de pasito a paso de Suiza y que viene con mucho retraso puesto que el salario de los sacerdotes en el cantón de Friburgo es el mínimo interprofesional”, explica el padre de origen español.

El salario bruto mensual que reciben los cerca de 100 sacerdotes en la Diócesis de Friburgo gira en torno a los 3.500 y 4.000 francos.

“Y con un ingreso así, se cotiza poco en la seguridad social y cuando se llega al retiro, los sacerdotes no tienen suficiente para vivir ni para pagar los gastos de la casa de acogida y entonces, las instancias oportunas tienen que compensar lo que no se recibe”, comenta.

La caja de remuneración de los ministros eclesiásticos de Friburgo dirige fondos para suplir las diferencias de salario y pensión para que los sacerdotes tengan una vida digna.

Se quiere cambiar la situación en un intento por que la Diócesis de Friburgo – que comprende además a los cantones de Lausana, Ginebra y Neuchâtel-, se ponga al nivel salarial de los otros cantones de la Confederación.

Por ejemplo, en Zúrich o el cantón del Valais, los salarios de los prelados son pagados directamente por el Estado y, además, “son retribuidos como si fueran funcionarios del Estado con título universitario”, indica Blanco.

Vida digna o pobreza evangélica

Actualmente, los sacerdotes de Friburgo reciben estas compensaciones “del Obispado o las instancias oportunas para que su ingreso en la edad del retiro les permita vivir dignamente”, explica Blanco.

El problema es cómo coordinar la pobreza evangélica y un país de seguros y de seguridad, se preguntan los representantes de la Iglesia Católica que se muestran con diversas opiniones en este sentido.

El sábado próximo el parlamento de la Corporación Eclesiástica Católica del cantón de Friburgo (CEC) decidirá, con la votación de su presupuesto, si se otorga el aumento salarial situado en 65.000 francos en el año 2004, lo que representa un aumento de 45%.

Un incremento que se busca sea progresivo para llegar en el 2008 a un salario correspondiente a la mayor parte de los cantones (75.000 francos anuales).

Resolver disparidades

“El objetivo de este aumento no es mejorar el poder adquisitivo de los padres sino sus prestaciones en la edad del retiro”, explica Michel Monney, presidente del Consejo Ejecutivo del CEC.

Monney dice que durante muchos años la idea de dejar los salarios bajos y vivir pobremente predominó, “pero hay que ver actualmente las consecuencias que esto acarrea en la edad del retiro. El aumento salarial a 65.000 francos representa cerca de 20.000 francos de deducciones suplementarias para un párroco. La mitad de esta cifra desaparecerá en cotizaciones y finalmente el sacerdote recibirá 330 francos más por mes”.

En Suiza sólo los cantones de Ginebra y Neuchâtel no tienen impuesto obligatorio o financiamiento por el Estado para las instituciones religiosas reconocidas, indica el también diputado en el poder legislativo friburgués.

En Friburgo, en cambio, “hay un impuesto obligatorio que es percibido por la parroquia, enviado después al fondo central para equilibrar los salarios en todo el cantón. En el Cantón de Vaud el Estado financia los salarios y en el Cantón de Valais una parte la cubre el Estado y otra la comuna”, dice Monney al aclarar el complicado panorama de los salarios a eclesiásticos en Suiza.

“Cada cantón es un mundo, incuso en la Iglesia y por eso hay tantas disparidades”, indica al respecto el padre Miguel Blanco.

La pensión que hoy recibe un sacerdote en Friburgo es de 1.900 francos, por lo que el CEC debe cubrir el monto faltante para que el ingreso de sus miembros de edad avanzada se adapte al caro nivel de vida de Suiza.

“Lo que se intenta es que el colectivo de sacerdotes llegue a una situación de persona normal en una sociedad normal y civil”, concluye el padre Blanco.

swissinfo, Patricia Islas Züttel

Los cerca de 100 sacerdotes católicos en Friburgo ganan menos de 4.000 francos suizos, equivalente al salario mínimo profesional.

El aumento propuesto para los padres en Friburgo es de 600 francos al mes y deducciones de más del 50%.

La meta es llegar en el 2008 a los salarios para los sacerdotes en otros cantones: 75.000 francos anuales.

El salario del sacerdote católico es 3 veces inferior en Friburgo que en Berna.

En Zúrich, Berna y el Valais los servidores de las iglesias reconocidas son pagados directamente por el Estado y son retribuidos como si fueran funcionarios con título universitario.

En Suiza sólo los cantones de Ginebra y Neuchâtel no aplican impuesto obligatorio o financiamiento por el Estado para las instituciones religiosas reconocidas.

En la Confederación, la situación de los salarios del clero es tan complicada como el sistema federalista del país en el que es el Estado o son las comunas o las organizaciones eclesiásticas los o las que determinan el ingreso de los eclesiásticos.

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