
Huelga de sanitarios portugueses ronda una adhesión del 60 % y aplaza consultas y cirugías
Lisboa, 24 sep (EFE).- Médicos y enfermeros lusos vivieron este martes el primero de los dos días de huelga convocados en Portugal, con un seguimiento que rondó el 60 % y que provocó el aplazamiento de consultas y cirugías.
Este primer día estuvo marcado por una manifestación organizada por la Federación Nacional de Médicos (FNAM), en la que, según pudo constatar EFE, un centenar de profesionales se concentró a escasos metros del Ministerio de Salud en Lisboa para exigir una mejora salarial y la reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales.
Médicos y enfermeros convocaron la huelga en fechas simultáneas y cuentan con reclamaciones similares, aunque en el caso del Sindicato de los Enfermeros Portugueses (SEP) la concentración tendrá lugar mañana, miércoles, en el mismo lugar.
El presidente del Sindicato de Médicos de la Zona Sur (integrado en la FNAM), João Proença, explicó a EFE que aún no cuentan con los datos completos de seguimiento de las manifestaciones, pero detalló que en el norte del país la adhesión es «enorme».
En el sur depende del lugar: En los hospitales universitarios es pequeña, de entre el 30 % y el 40 %, y en los centros sanitarios más pequeños y periféricos, ronda el 60 %.
Por su parte, el presidente del SEP, José Carlos Martins, señaló en declaraciones a periodistas que en el caso de los enfermeros el seguimiento estaba entre el 60 % y el 70 %, aunque había muchos hospitales «por encima de esas cifras».
Dedicación plena
El Sindicato de Médicos de la Zona Sur, Proença subrayó que el problema fundamental está en la aplicación del decreto ley promulgado por el Gobierno sobre el régimen de dedicación plena que, según denunció, obliga a trabajar más de 150 horas extra al año.
Recalcó además que las horas extraordinarias se pagan como «horas casi normales», lo que deriva en que los sanitarios lleguen a trabajar alrededor de 60 horas semanales.
Detrás de los largos carteles que lideran la manifestación frente al Ministerio de Salud en la capital lusa, con lemas como «es preciso salvar el Sistema Nacional de Salud», está Raquel Souto, médica de familia.
Souto denució a EFE que el problema fundamental de las horas extraordinarias no es la remuneración, sino la falta de organización y el intento de privatizar el servicio.
«Los médicos de familia trabajamos 40 horas a la semana y los fines de semana también nos llaman para trabajar», reclamó.
Durante la huelga, los profesionales denunciaron «la total ausencia de soluciones» por parte de la ministra del ramo, la conservadora Ana Paula Martins.
El Gobierno alcanzó el lunes un acuerdo con cinco sindicatos de enfermeros para mejorar remuneraciones, pero el SEP, que no participó en las negociaciones, mantuvo la convocatoria de huelga. EFE
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