Hunter Biden bajo los focos de la destitución, muy a su pesar
Hunter Biden procuraba evitar los focos de la política, que iluminaron el sendero de su padre, Joe, a la vicepresidencia de Estados Unidos. Pero se halla en medio de la batalla por un juicio político contra Donald Trump, un nuevo episodio de una vida salpicada de dramas y escándalos.
«Como cualquier otra persona, me caí y me levanté. Superé mis pruebas personales», dijo a mediados de octubre a ABC News uno de los cuatro hijos de Joe Biden, exvicepresidente de Barack Obama (2009-2017).
En diciembre de 1972, su madre y su hermana de un año mueren en un accidente automovilístico. Hunter, de dos años, y Beau, su hermano mayor, de cuatro, resultan heridos. La tragedia une a la familia y ambos hermanos se vuelven muy cercanos.
Tras su paso por las escuelas de derecho de Georgetown y Yale, Hunter trabaja para el gigante ferroviario Amtrak y el programa Mundial de Alimentos de la ONU. Luego ingresa a un conocido bufete de abogados. En la década de 2000, se embarca en las finanzas con distintos resultados y desde 2008 se aventura en China y Ucrania.
En abril de 2014, integra la junta directiva del grupo de gas ucraniano Burisma, mientras su padre controla de cerca la política de Washington en Kiev, incluida la lucha contra la corrupción que afecta al país.
Este prestigioso cargo, con un salario mensual de al menos 50.000 dólares, lo ubica en el centro de las acusaciones de corrupción de los republicanos.
– Con una pistola en la sien –
Nacido el 4 de febrero de 1970, Hunter Biden ha estado luchando desde la universidad con los demonios del alcohol y las drogas, que lo han llevado repetidamente a clínicas de desintoxicación. En 2014, es despedido de la Marina, donde se había convertido en reservista, después de dar positivo en cocaína.
El 30 de mayo de 2015, su hermano Beau Biden, entonces con 46 años, es vencido por un cáncer cerebral. La muerte del que ejercía como brillante fiscal general de Delaware se convierte en otro golpe para él y se hunde.
En otoño de 2016, mientras compraba crack en un campamento de indigentes en Los Ángeles, sintió una pistola en su sien. «Me pasó lo peor que me podía pasar al morir Beau», dijo a ABC News.
Hunter comienza una relación con Hallie, la viuda de su hermano, y se divorcia de la madre de sus tres hijas.
«Compartimos un dolor muy específico, comencé a pensar que Hallie era la única persona que me podía entender», aseguró en julio de 2019 en una larga entrevista con la revista The New Yorker.
La relación dura hasta principios de 2018. Luego se muda a Los Ángeles para «desaparecer por completo».
Pero en julio pasado, Donald Trump le pidió a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, que relanzara las investigaciones de Burisma, Hunter Biden y su padre, el potencial oponente demócrata del republicano en las elecciones presidenciales de 2020. Los demócratas acusan al presidente de haber abusado de sus poderes para dañar a un adversario político.
– «Lidiar con eso» –
Hunter Biden admitió que cometió «un error de juicio» al unirse a Burisma, pero aseguró a ABC News que «no ha hecho nada malo» y recordó que las sospechas de corrupción que rodean a la empresa nunca fueron confirmadas.
Lamentó especialmente haber «dado la oportunidad a personas muy inmorales de lastimar» a su padre.
Dejó su puesto en Burisma en abril de 2019 y se casó con la cineasta sudafricana Melissa Cohen un mes más tarde, solo una semana después de conocerla.
Pero unos días después de la boda, recibió una demanda de una joven de Arkansas que asegura que él es el padre de su hijo nacido en agosto de 2018. El refuta esta paternidad que, según la mujer, estaría probada por un análisis de ADN.
Hunter Biden quiere mantenerse alejado de la campaña de su padre para las primarias demócratas en 2020, para no convertirse en «una distracción».
Pero su nombre ha regresado recientemente a los tabloides. Se cree que consumió crack y gastó «miles de dólares» en un famoso bar de striptease en Washington a fines de 2018.
La adicción es «un túnel, un túnel sin final, del que nunca sales. Solo aprendes cómo lidiar con eso», explicó a The New Yorker.