Iglesia de Nicaragua suspende procesión por aparición de la virgen de Cuapa
Tegucigalpa, 28 abr (EFE).- La Iglesia católica de Nicaragua informó este viernes que suspendió «por motivos ajenos» la vigilia y la procesión por el 43 aniversario de la primera aparición de la virgen de Cuapa al sacristán Bernardo Martínez, quien después se ordenó de sacerdote.
«A los peregrinos y devotos de nuestra Madre Santísima, Virgen María de Cuapa: Por este medio les informo que las actividades previstas para el 7 de mayo (vigilia y procesión en honor al 43 aniversario de las apariciones de la Virgen) quedan suspendidas por motivos ajenos a nuestra voluntad», indicó el presbítero Almer Moncada, rector del Santuario Virgen María de Cuapa, a través de un comunicado.
El domingo 7 de mayo se celebrará la Santa Misa a las 11.00 horas, como de costumbre, continuó el sacerdote.
Y un día después, la solemnidad en honor a la virgen de Cuapa a la misma hora, añadió.
«Les invito a vivir esta fiesta mariana en un ambiente de recogimiento y oración», abogó el presbítero Moncada.
«¡Dios les bendiga y nuestra Señora de Cuapa les proteja!», concluyó.
En su aviso oficial, el Santuario Diocesano Virgen María de Cuapa no explicó cuáles son esos «motivos ajenos».
El municipio de San Francisco de Cuapa, departamento (provincia) de Chontales, en el centro de Nicaragua, acoge anualmente a miles de peregrinos que visitan el santuario de la Virgen de Cuapa.
La virgen de Cuapa se apareció por primera vez al vidente y padre Bernardo, ya fallecido, el 8 de mayo de 1980, y después los días 8 de junio, 8 de julio y 13 de octubre del mismo año, cuando Nicaragua afrontaba una guerra civil.
«Ámense, perdónense, cumplan con sus deberes. Construyan la paz, si no la hacen no habrá aunque la pidan. Nicaragua seguirá sufriendo si no cambian, sirvan al prójimo porque eso agrada al Señor», es el mensaje que la virgen de Cuapa daba a Bernardo en sus apariciones, según la Iglesia católica.
ORTEGA HA PROHIBIDO LAS PROCESIONES
El Gobierno de Nicaragua, a través de la Policía Nacional, prohibió a la Iglesia sacar a los santos a las calles desde febrero pasado, cuando no les autorizó celebrar las procesiones de viacrucis durante la Cuaresma.
La orden policial fue adoptada después de que el presidente de Nicaragua y jefe supremo de la Policía Nacional, Daniel Ortega, tildara de «mafia» a sacerdotes, obispos, cardenales y al papa Francisco.
El pasado 19 de abril, Ortega dijo que «ahora en Semana Santa, para evitar manipulaciones, se les dijo (a la Iglesia católica) que realizaran las actividades ahí en las iglesias o cerca de las iglesias, y algunos de ellos empezaron a tronar. ¿Por qué? Porque querían sangre».
«Ellos quieren sangre, quieren muerte, quieren que se quemen las escuelas, los hospitales, quieren destrucción», lanzó Ortega, sin ofrecer pruebas, para justificar las procesiones en las calles.
Ese día el mandatario también volvió a arremeter contra la Iglesia católica y el Vaticano y calificó a San Juan Pablo II de «dictador» y «tirano».
Las relaciones del Gobierno de Ortega y la Iglesia católica viven ahora momentos de gran tensión, marcadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, o la prohibición de actividades religiosas.
El papa Francisco tildó de «dictadura grosera» al gobierno sandinista en una entrevista con Infobae, señalando «un desequilibrio de la persona que dirige» el país centroamericano. EFE
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