
Indígenas rechazan tregua en epicentro de protestas en Ecuador y mantienen «resistencia»
Quito, 16 oct (EFE).- Las poblaciones indígenas de Imbabura, la provincia de Ecuador donde está el epicentro de las protestas contra el presidente Daniel Noboa, convocaron una gran asamblea para este viernes con el objetivo de mantener los bloques y las movilizaciones, al no aceptar la tregua parcial acordada por algunos dirigentes indígenas con el Gobierno.
La convocatoria se hizo después de una celebración de una primera asamblea en la plaza principal de Otavalo, núcleo de la tensión social, en la que la población indígena mostró su desacuerdo con los acuerdos alcanzados por los dirigentes sociales con el Ejecutivo, que implicaban levantar los bloqueos a cambio de iniciar una serie de mesas de diálogo para tratar las demandas.
«Que siga el paro. Para fortalecer a los pueblos. Les pedimos a todos que asistan. Es un llamado al diálogo y a la unidad», señaló Santiago Castro, dirigente indígena de Otavalo, tras la asamblea en la que participó la alcaldesa de la ciudad, Anabel Hermosa, quien en la jornada previa había hecho de mediadora entre las comunidades y el Gobierno.
La asamblea del viernes se celebrará en el punto donde mataron a Efraín Fueres, el primero de los dos manifestantes muertos por disparos en esta serie de protestas en Imbabura, presuntamente procedentes de militares que buscaban abrir las vías cortadas por las comunidades indígenas.
Rafael Fueres, otro dirigente indígena que participó en la asamblea, señaló a EFE que «el paro continúa». «No nos levantamos de nuestras vías y puntos de resistencia. Sigue la residencia en cada uno de los puntos», confirmó.
«Aquí no hay terroristas. Que los militares se vayan y se dediquen a trabajar en las zonas del país donde hay mayor violencia», dijo Fueres.
Alcaldesa: «Nadie dijo que el paro se ha acabado»
Anabel Hermosa, alcaldesa de Otavalo, en la provincia ecuatoriana de Imbabura, epicentro de las protestas indígenas, aclaró este jueves que continúa el paro contra el alza del diésel y otros reclamos, pese a que el miércoles -tras una reunión con dirigentes indígenas en esa ciudad- el ministro del Interior, John Reimberg dijo que se levantaba la medida.
«Nadie dijo que se ha acabado el paro, lamentablemente puede equivocarse porque lo que se quedó es en que se declaran asambleas permanentes en el territorio, para el análisis del decreto (sobre la eliminación del subsidio al diésel), para la reunión del día lunes», dijo Hermosa.
Precisamente Reimberg dijo que «hoy se acaba el paro» cuando intervino para anunciar los acuerdos tras más de seis horas de reunión, lo que rápidamente rechazado por las bases de estas organizaciones indígenas.
«Ninguna provocación debe dividirnos. Se mantienen vigentes las resoluciones del Consejo Ampliado del 14 de octubre, que resolvió reorganizar la resistencia, fortalecer la unidad, decir no a la Consulta Popular y reafirmar la resistencia en todos los territorios», señaló este jueves la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que lidera las protestas a nivel nacional y que no fue invitada a esta reunión.
Cerca de un mes de protestas
Ecuador lleva cerca de un mes de protestas indígenas centradas principalmente en varias provincias de la zona andina para exigir inicialmente la restitución del subsidio al diésel, eliminado por Noboa a través de un decreto que hizo que el precio de este combustible pasase de estar congelado en 1,80 dólares por galón (3,78 litros) a sobrepasar los 2,80 dólares.
A ellos se sumaron otras demandas como el retorno del impuesto al valor agregado (IVA) al 12 %, después de que Noboa lo subiese el año pasado a 15 %, y el rechazo al referéndum convocado por el mandatario para el próximo 16 de noviembre donde debe votarse si se quiere continuar con la Constitución vigente desde el mandato de Rafael Correa (2007-2017) o se abre el proceso para elaborar una nueva carta, más a la medida del perfil liberal de Noboa.
Hasta el momento, y tras casi un mes de movilizaciones, las protestas dejan dos muertos por armas de fuego, cerca de 350 manifestantes heridos y más de 170 detenciones, de las que alrededor de una veintena han sido enviadas a prisión preventiva con cargos por terrorismo presentados por la Fiscalía. EFE
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