
Jefe de d.humanos ONU: «Los rohinyás quieren ser parte de una Birmania democrática»
Naciones Unidas, 30 sep (EFE).- El pueblo rohinyá, víctima actualmente de persecuciones y abusos que recuerdan a las graves violaciones sufridas en 2017, quiere que su ciudadanía sea reconocida en Birmania (Myanmar) y ser parte de un país «democrático y libre del dominio militar», aseguró el alto comisionado de derechos humanos de la ONU.
«Desde noviembre de 2023, se ha recrudecido el conflicto en Rakáin (estado del oeste de Birmania donde vive esta etnia musulmana) y los rohinyá son el objetivo de todos los bandos», advirtió este martes el alto comisionado, Volker Türk, en la inauguración de una conferencia de la ONU en Nueva York sobre la situación de este pueblo.
Tanto el ejército birmano como la guerrilla opositora del Ejército Arakán, agregó, han cometido graves violaciones de derechos humanos como el asesinato deliberado de civiles, la destrucción de sus propiedades, detenciones arbitrarias, torturas o reclutamientos forzados.
Algunos de estos abusos «recuerdan las atrocidades de 2017», cuando decenas de miles de rohinyás fueron asesinados y otros cientos de miles tuvieron que huir a la vecina Bangladés para escapar de la violencia.
Türk subrayó que el deterioro de la situación en Rakáin contribuye a la crisis humanitaria en una Birmania donde más de 15 millones de personas, un tercio de la población, sufren inseguridad alimentaria, hay más de 3,5 millones de desplazados internos y otros 150.000 rohinyás han huido como refugiados a Bangladés, que acoge desde hace casi una década más de un millón de miembros de la etnia.
El alto comisionado subrayó que los abusos a los rohinyás se extienden en ocasiones a los campos de refugiados donde viven en la vecina Bangladés, y en los que grupos armados como el llamado Ejército de Salvación Rohinyá de Arakán intentan extorsionar a familias y reclutar a la fuerza a niños y jóvenes.
Türk pidió en la conferencia detener el flujo de armas a Birmania y dar apoyo financiero a las comunidades rohinyá en el país y la vecina Bangladés, reclamando además a las partes en conflicto que permitan el acceso de ayuda humanitaria a los civiles.
En la víspera de la conferencia, el Mecanismo Independiente de Investigación para Birmania (Myanmar), creado en 2018 por el Consejo de Derechos de la ONU, publicó un informe que documenta el expolio de poblaciones rohinyá expulsadas en 2017, y cómo algunas instituciones y compañías birmanas se han beneficiado económicamente de ello.
El documento, que se enfoca en siete casos emblemáticos de grupos de aldeas destruidas tras las masacres de 2017, señala a entidades como la Policía Fronteriza (BGP), el Ministerio de Interior o la corporación birmana Asia World Company como algunas de las beneficiarias de este expolio. EFE
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