
Jefe de policía keniano deja el cargo tras la muerte de un maestro bajo custodia policial
Nairobi, 16 jun (EFE).- El subinspector general de la Policía de Kenia, Eliud Lagat, anunció este lunes que ha decidido apartarse de su cargo hoy mientras se efectúa la investigación por la muerte bajo custodia del maestro y bloguero Albert Ojwang en la comisaría central de policía de Nairobi.
“He decidido hoy apartarme del cargo de subinspector general del Servicio de Policía de Kenia hasta que concluyan dichas investigaciones”, indicó Lagat en un comunicado.
“Me comprometo a brindar toda la colaboración que se requiera de mí durante las investigaciones de este desafortunado incidente. Expreso mis más sentidas condolencias a la familia del señor Albert Ojwang por tan irreparable pérdida”, agregó el subinspector.
Su posición había quedado en entredicho después de que el inspector general de la Policía, Douglas Kanja, informara de que la detención de Ojwang se produjo a raíz de una queja presentada por Lagat ante publicaciones de éste que “manchaban su nombre”.
El maestro murió presuntamente por una herida en la cabeza, compresión en su cuello y heridas en otras partes del cuerpo, que apuntarían a una agresión, según reveló la autopsia realizada por el patólogo Bernard Midia y divulgada en una rueda de prensa el martes pasado.
El caso generó tal nivel de malestar social que el presidente de Kenia, William Ruto, condenó el suceso e instó a la Policía a tomar las medidas necesarias para “facilitar una investigación rápida, transparente y creíble sobre la muerte de Ojwang”.
El jueves pasado, decenas de jóvenes tomaron las calles del centro de Nairobi para exigir la renuncia de Lagat y pedir justicia por el posible homicidio del maestro.
Ojwang, de 31 años y originario de Homa Bay (oeste), fue arrestado en su domicilio el sábado 7 de junio por publicar supuesta información “falsa” en la red social X sobre Lagat, y falleció durante ese fin de semana.
La investigación por la muerte del docente corre a cargo del organismo que supervisa a las acciones de la Policía keniana, la Autoridad Independiente de Supervisión Policial (IPOA, por sus siglas en inglés).
Hasta el momento, seis personas han sido detenidas en relación con el caso.
Entre los sospechosos, hay tres civiles que fueron arrestados por distintos hechos criminales y habrían sido utilizados por la Policía para golpear a la víctima con la intención de sacarle información, según recogen medios locales.
Uno de los principales sospechosos es el jefe de la comisaría central de Nairobi, Samson Talaam, que fue suspendido de su cargo junto con todos los agentes que se encontraban de servicio la noche de la muerte de Ojwang.
Según la IPOA, los indicios apuntan a que los detenidos se habrían organizado para «manipular el circuito» de las cámaras y ocultar el crimen.
La brutalidad policial en Kenia ha sido documentada por la plataforma Missing Voices, integrada por ONG como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, que, desde 2019, ha contabilizado 1.350 asesinatos y 350 desapariciones forzadas. EFE
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