La ciudad siria de Tartus, en el mediterráneo, cambia a los rusos por los rebeldes

Tartus (Siria), 19 dic (EFE).- Por las calles de Tartus, en la costa mediterránea de Siria, ya no se ven militares rusos como antes del derrocamiento de su aliado Bachar al Asad, pero en cambio están presentes por todos lados los rebeldes que le arrebataron el poder y algunas de sus figura administrativas.

En las inmediaciones de la base naval en Tartus, el principal enclave militar de Moscú en el mediterráneo, diversos residentes y operarios de seguridad afirman a EFE que no han visto un ruso en bastante rato, mientras continúa la incertidumbre sobre el futuro de las dos grandes instalaciones de Rusia en Siria.

«Pasaban por aquí muchas veces y también eran muchos, para hacer sus compras y pasear y todo», comenta el vecino Samer Yassin, que regenta un horno de panadería tradicional en la zona portuaria de la urbe, donde desde hace algunas semanas comenzó a notar un descenso gradual de la presencia rusa.

En su lugar, están ahora por las calles los insurgentes que hace once días derrocaron al régimen de Al Asad y que llegaron a Tartus un par de días después de la caída de Damasco el pasado 8 de diciembre, según el residente, de 45 años.

Estos grupos islamistas y proturcos avanzaron rápidamente desde el noroeste del país tomando varias capitales de provincia en su camino hacia la capital, pero a la costa mediterránea, donde se ubican los principales bastiones de los Al Asad, se movieron a posteriori sin encontrar resistencia.

«Estoy contento, se terminó la oscuridad que teníamos (…) La mayoría de estos lugares eran los rusos, posiciones rusas, el puerto aquel, la calle aquella y todos los lados los tomaron los rusos», dice Yassin.

«Se están solucionando las cosas poco a poco (…) La Policía de los rebeldes está por todos lados, andando por todas las zonas, protegiendo todas las zonas», agrega el panadero.

El miércoles mismo, entraron por primera vez a Tartus voluntarios de la organización de rescatistas Cascos Blancos, que hasta la caída del régimen operaba exclusivamente en las zonas del país controladas por la oposición, confirmaron a EFE varias fuentes rebeldes desplegadas en la ciudad.

Mientras que los rescatistas aún no han establecido un centro propio en la localidad, sí opera ya desde hace unos días una oficina «de reconciliación» para legalizar el estatus de antiguos militares y efectivos de seguridad del depuesto Gobierno. EFE

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(foto)(vídeo)(informe a cámara)