
La Iglesia de Sión, emblema del cristianismo no oficial, vuelve al punto de mira en China
Pekín, 16 oct (EFE).- Las detenciones de unas treinta personas vinculadas a la iglesia protestante no oficial Sión han devuelto a esta congregación al centro del debate sobre la libertad religiosa en China, informaron fuentes de derechos humanos.
La oenegé Human Rights Watch (HRW) denunció que las autoridades chinas arrestaron los días 10 y 11 de octubre a “casi 30 pastores, predicadores y feligreses” de Sión en siete ciudades, entre ellas Pekín, Shanghái y la provincia meridional de Guangxi, donde fue detenido su fundador y pastor, Ezra Jin Mingri, de 56 años.
Según la organización, Jin se encuentra recluido en el Centro de Detención Número 2 de Beihai bajo sospecha de “uso ilegal de redes de información”, un delito del Código Penal chino que puede acarrear hasta tres años de prisión.
HRW pidió la liberación inmediata de todos los detenidos y recordó que el grupo ya fue objeto de hostigamiento en 2018, cuando las autoridades clausuraron su templo en Pekín.
La Iglesia de Sión, fundada en 2007, se consolidó en la capital como una de las mayores congregaciones protestantes “clandestinas” del país, con miles de seguidores en distintas provincias.
Al negarse a integrarse en el Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías -la estructura oficial que supervisa el culto protestante-, Sión pasó a ser considerada una llamada iglesia “doméstica” o no registrada, una figura tolerada pero sometida a estrecha vigilancia.
Según HRW y otras organizaciones como ChinaAid, la ofensiva contra Sión se enmarca en la campaña del presidente Xi Jinping para “sinizar” la religión, esto es, subordinar las prácticas de fe a la ideología del Partido Comunista.
Desde 2016, estas políticas han derivado en demoliciones de templos, confiscación de cruces y censura de contenidos religiosos en internet, así como en la aprobación de normas que prohíben los sermones en línea sin autorización estatal.
El pastor Jin, exalumno de la Universidad de Pekín y doctorado en teología en Estados Unidos, ya tenía restringidos sus movimientos desde el cierre de la iglesia en 2018.
Casos como el de Sión recuerdan episodios anteriores de represión contra congregaciones protestantes independientes, como la iglesia Early Rain Covenant, cuyo pastor Wang Yi fue condenado a nueve años de cárcel en 2019 por “incitar a la subversión”.
El Gobierno chino sostiene que los ciudadanos disfrutan de libertad de culto “conforme a la ley”, pero exige que todas las actividades religiosas se desarrollen bajo estructuras aprobadas por el Estado y supervisadas por los órganos del Partido. EFE
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