
La OCDE insta a Perú a promover la igualdad de oportunidades para reducir la desigualdad
Lima, 29 sep (EFE).- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) instó a Perú, en un informe publicado este lunes, a promover la igualdad de oportunidades a través de reformas para mejorar la calidad de la enseñanza, resolver «la inadecuada infraestructura educativa» y aumentar el gasto en salud para así reducir las desigualdades sociales.
«Promover la igualdad de oportunidades a lo largo del ciclo de vida, desde la primera infancia hasta la vida laboral, es clave para romper los ciclos intergeneracionales de desventaja», indicó la OCDE en el informe, que fue presentado en el Palacio de Torre Tagle, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú.
La OCDE está evaluando al país andino con miras a una eventual incorporación al organismo, desde que Perú inició el proceso formal de adhesión en 2022. También señaló los retos que debe superar para lograr ser miembro del organismo económico.
Al respecto, el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, aseguró, en la presentación del informe, que Perú debe aumentar el gasto social, con un enfoque específico a la población vulnerable.
La presentación contó con la presencia de los ministros peruanos de Relaciones Exteriores, Elmer Schialer; y de Economía y Finanzas, Raúl Pérez Reyes, entre otras autoridades.
Cormann afirmó que el país andino tiene que ampliar el acceso a educación inicial de calidad, fortalecer la transición de la escuela al trabajo y cerrar las brechas de género en el mercado laboral, puesto que «son medidas necesarias» para mejorar la calidad de vida de la población.
Problemas en educación
El informe reconoce el incremento de las personas con un nivel de estudios superior al de sus padres logrado en los últimos años, pero subraya que el limitado acceso a una educación de calidad, la extendida informalidad, las deficientes transiciones de la escuela al trabajo y las persistentes disparidades de género y regionales siguen limitando la movilidad económica y social.
«La calidad de la enseñanza y la inadecuada infraestructura educativa desde la primera infancia hasta la educación secundaria siguen siendo problemas importantes (…) Resultaría más eficaz redirigir los recursos hacia las intervenciones en la primera infancia y orientarlos mejor hacia las regiones con peores resultados», agregó.
En ese sentido, incidió en señalar que los resultados educativos en Perú siguen siendo inferiores en comparación con los países de la OCDE y la educación en la primera infancia sigue sin contar con financiamiento suficiente, a pesar de la sólida evidencia que muestra elevados retornos de la inversión en la educación en los primeros años de vida.
«Dada la magnitud de las brechas, las reasignaciones presupuestarias, por sí solas, no serán suficientes. Aumentar la inversión total en educación —en particular en la educación inicial, la formación docente y la infraestructura educativa— es urgente para mejorar los resultados de aprendizaje», señaló el informe.
Gasto sanitario insuficiente
Por otro lado, la OCDE destacó en el informe que el gasto público en salud en Perú apenas se situaba en el 4,2 % del PIB en 2024, «muy por debajo» del promedio de la OCDE (del 9 %), lo que contribuye a los escasos resultados registrados en materia de salud, incluidos unos bajos niveles de esperanza de vida.
El documento advirtió que, aunque la cobertura del seguro social de salud se ha ampliado considerablemente (del 61 % en 2009 al 97 % en 2023), el financiamiento no ha seguido el mismo ritmo, lo que ha provocado una disminución del gasto per cápita y ha contribuido a la saturación de los hospitales y a los largos tiempos de espera.
Además, el primer nivel de atención sigue sin contar con un financiamiento adecuado, con un acceso limitado a los servicios de salud preventiva y primaria, en el que persisten grandes disparidades regionales.
«Es fundamental realizar inversiones adicionales para ampliar el acceso a la atención preventiva y primaria, subsanar la grave escasez de infraestructuras y reducir las grandes disparidades regionales. Para lograr una atención sanitaria universal y de alta calidad se necesitaría un gasto adicional del 1,2 % del PIB», concluyó. EFE
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