
La RDC suspende el partido del expresidente Joseph Kabila tras acusarle de apoyar al M23
Kinsasa, 20 abr (EFE).- El Gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) suspendió las actividades del partido político del expresidente Joseph Kabila y ordenó la confiscación de sus bienes muebles e inmuebles al acusarle de apoyar al grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), respaldado por Ruanda, en el este del país.
En sendos comunicados difundidos a última hora del sábado, el Ministerio del Interior anunció la suspensión del Partido del Pueblo para la Reconstrucción y la Democracia (PPRD) por su presunta colaboración con el M23, mientras que el Ministerio de Justicia informó de que se emprenderán “acciones judiciales” contra Kabila y otros dirigentes de la formación por actos de “alta traición”.
Asimismo, el ministro de Justicia, Constant Mutamba, ordenó la incautación de todos sus bienes muebles e inmuebles y anunció la imposición de restricciones de movimiento contra los miembros y dirigentes del PPRD “implicados en este caso de alta traición contra la nación”.
Kabila, quien presidió la RDC entre 2001 y 2019, se instaló en Sudáfrica en 2023 en un exilio autoimpuesto, hasta que el pasado viernes regresó al país a través de Goma, en la provincia de Kivu del Norte, actualmente bajo control de los rebeldes.
Su retorno se produjo tras anunciar a principios de abril que volvería a la nación centroafricana a causa de «la degradación del contexto de seguridad» en el este del territorio, donde el Ejército congoleño y sus milicias aliadas se enfrentan al M23.
El Ministerio de Interior explicó que su decisión de suspender el partido se debe a la actitud “ambigua” de Kabila frente a la “ocupación” de la región por el Ejército ruandés y los rebeldes, así como la “decisión deliberada” del exmandatario de volver a la RDC a través de Goma, donde los rebeldes “curiosamente garantizan su seguridad”.
“Esta decisión se basa en el activismo comprobado de la autoridad moral del PPRD en esta guerra de agresión ruandesa, así como en el silencio culpable e incluso cómplice de dicho partido”, agregó.
Previamente, en una rueda de prensa celebrada el sábado, el portavoz del Gobierno, Patrick Muyaya, reiteró las acusaciones que el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, lanzó el pasado febrero contra el expresidente, cuando afirmó que Kabila mantenía vínculos con la Alianza Río Congo (AFC, por sus siglas en francés), el brazo político del rebelde M23.
“El presidente de la República ya lo había dicho: su predecesor estaba vinculado al M23”, dijo Muyaya, al tiempo que añadió “hoy sabemos quién es el enemigo y quiénes son sus cómplices”.
El conflicto en el este de la RDC se intensificó a finales del pasado enero, cuando el M23, respaldado por Ruanda -según la ONU y otros países como EE.UU., Alemania y Francia-, se hizo con el control de Goma, capital de Kivu del Norte, y de Bukavu, capital de Kivu del Sur.
Desde la intensificación de la ofensiva, cerca de 1,2 millones de personas se han visto desplazadas en estas dos provincias, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La actividad armada del M23, un grupo formado principalmente por tutsis -etnía que sufrió el genocidio ruandés de 1994-, se reanudó en Kivu del Norte en noviembre de 2021 con ataques contra el Ejército congoleño.
Desde entonces, ha avanzado por varios frentes, lo que ha elevado los temores a una posible guerra regional.
El este de la RDC está sumido, desde 1998, en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco). EFE
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