
La revocatoria de visado a Petro impacta en la política colombiana en periodo preelectoral
Bogotá, 27 sep (EFE).- La decisión del Gobierno de EE.UU. de revocar el visado del presidente colombiano, Gustavo Petro, eleva la tensión de la desgastada relación bilateral mientras en el frente interno sus opositores la ven como una jugada política buscada por el mandatario de cara a las elecciones de 2026.
El Departamento de Estado de EE.UU. hizo el anuncio el viernes, horas después de que el presidente, que intervino esta semana en el debate del octogésimo periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, participara en una manifestación propalestina en Nueva York donde «se dirigió a los soldados estadounidenses (…) instándolos a desobedecer órdenes e incitar a la violencia».
«Por estas acciones imprudentes y provocadoras, revocaremos la visa de Petro», señaló el Departamento de Estado en su cuenta de X.
En la madrugada de este sábado, nada más regresar a Colombia, Petro respondió que la revocatoria de su visado es «por pedirle al ejército de EE.UU. y de Israel que no apoyen un genocidio» en la Franja de Gaza, luego de que en la ONU hiciera un llamamiento a «unir ejércitos y armas» para «liberar a Palestina».
«Lo que hace el gobierno de EEUU conmigo, rompe todas las normas de inmunidad en que se basa el funcionamiento de las Naciones Unidas y su Asamblea General. Hay total inmunidad para los presidentes que asisten a la Asamblea y el gobierno de EEUU no puede condicionar la opinión de los EEUU (sic)», escribió Petro en su cuenta de X.
Intromisión en asuntos de otros países
La presidenta de la Cámara Colombo Americana (AmCham Colombia), María Claudia Lacouture, se sumó hoy a quienes consideran que el mandatario se equivocó al llamar a los militares estadounidenses, en suelo estadounidense, a desobedecer órdenes de sus superiores, lo que puede considerarse una invitación a la rebelión.
«Sobre la revocatoria de la visa al presidente Petro (…) se trata de una decisión diplomática que evidencia una inconformidad significativa del Gobierno de los Estados Unidos frente al irrespeto e intervención en los asuntos internos de ese país por parte del presidente de Colombia», expresó Lacouture.
Para la presidenta de AmCham, la decisión estadounidense «en lo práctico no rompe relaciones ni define por sí sola la política bilateral», pero «añade de forma importante tensión a una relación ya compleja y no facilita su conducción».
En los últimos meses, Petro ha elevado el tono ante el presidente estadounidense, Donald Trump, por diferencias sobre la política migratoria, la lucha contra las drogas en aguas del Caribe y el apoyo de ese país a Israel, por lo que Lacouture recordó que «la Jefatura de Estado obliga anteponer, sin excepción, el interés nacional sobre cualquier ideología».
Estados Unidos es el principal socio comercial de Colombia y su mayor aliado en asuntos militares, policiales y de seguridad, y por eso hay quienes temen que un deterioro en la relación con Washington en los diez meses que le quedan a Petro como presidente acabe provocando sanciones al país.
Por eso, el exministro y exembajador en EE.UU., Gabriel Silva Luján, opinó: «Petro quería que le quitaran la visa para convertirse en la víctima del imperio y el ‘redentor’ de los oprimidos del mundo. Para servir a su vanidad y megalomanía pone en riesgo a millones de colombianos cuyo sustento depende de una buena relación con los Estados Unidos».
«Como presidente de Colombia, en la asamblea general de la ONU expreso mis opiniones libremente. El derecho internacional es la sabiduría de la humanidad y me protege. El genocidio es un crimen contra la humanidad y la humanidad debe responder, juzgar y castigar. El señor Trump ha violado los principios fundantes (sic) de la ONU», insistió hoy Petro.
Cálculo electoral
En defensa de Petro han salido varios de sus ministros y altos funcionarios, entre ellos el secretario jurídico de la Presidencia, Augusto Ocampo, quien en una manifestación solidaria anunció su renuncia voluntaria a la visa estadounidense, mientras que líderes de diferentes partidos le piden prudencia y ven en su comportamiento un propósito electoral.
Colombia celebrará el año próximo elecciones legislativas y presidenciales y los opositores de Petro creen que lo que busca es usar la coyuntura internacional para ganar votos para sus candidatos.
«¡Por fin lo logró presidente Petro! Ya no tiene visa de los Estados Unidos (…) Hace rato dejó de gobernar y ahora saldrá a hacer política como la víctima que siempre ha querido ser», expresó en X el precandidato presidencial de centro Sergio Fajardo.
Juan Daniel Oviedo, otro precandidato independiente, advirtió por su parte que «la diplomacia no se construye con provocaciones, sino con coherencia, respeto y resultados».
El país no vivía una situación así desde julio de 1996 cuando Washington le revocó el visado a Ernesto Samper, entonces presidente colombiano, tras ser acusado de recibir dinero de narcotraficantes para su campaña electoral de 1994. EFE
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