
La simbólica deuda que el Reino Unido salda con el reconocimiento de Palestina
Raúl Bobé
Londres, 21 sep (EFE).- El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, anunció este domingo el reconocimiento formal del Estado de Palestina, junto a otros países como Australia o Canadá, en un paso simbólico que en el caso británico también supune el cierre de una deuda histórica.
«Hoy, para revivir la esperanza de la paz para palestinos e israelíes y una solución de dos Estados, el Reino Unido reconoce formalmente el Estado de Palestina», escribió el jefe del Gobierno británico en su cuenta de la red social X, acompañado de un vídeo pregrabado.
En su discurso, de alrededor de 6 minutos, Starmer dejó claro que este reconocimiento no es una «recompensa» para el grupo paramilitar islamista Hamás -como lo tildó el Gobierno israelí poco después del anuncio- y dijo que planea divulgar más sanciones a sus componentes en las próximas semanas.
«Hamás es una organización terrorista brutal. Nuestro llamamiento a una verdadera solución de dos Estados es exactamente lo contrario de su odiosa visión. Así que seamos claros. Esta solución no es una recompensa para Hamás, porque Hamás no puede tener futuro ni puede tener ningún papel en el Gobierno ni en la seguridad (de Gaza)», puntualizó.
Un compromiso de un siglo
Horas antes del anuncio, el ‘número dos’ del Gobierno británico, David Lammy, dijo en una entrevista con la BBC que «Hamás no es el pueblo palestino» y el Estado de Palestina es una «causa justa» con la que el Reino Unido se comprometió hace más de un siglo.
En este sentido, hizo referencia a la llamada ‘Declaración Balfour’ de 1917, en la que el Reino Unido expresó públicamente su apoyo a la creación de un «hogar nacional» para el pueblo judío en la región de Palestina, lo que tres décadas más tarde impulsaría la creación del Estado de Israel en 1948.
«Nuestro país, hace 108 años, firmó la Declaración Balfour. Creemos en una patria para el pueblo judío, pero también afirmamos nuestra creencia en los derechos civiles y religiosos del pueblo de Palestina. Y ahora es el momento para defender estos dos Estados», comentó Lammy.
En concreto, el texto rubricado por el entonces ministro británico de Exteriores, Arthur James Balfour y dirigido al barón Rothschild, dice: «Queda claramente entendido que no se hará nada que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina»
Por ello, el reconocimiento del Estado palestino por parte del Reino Unido, 75 años después de que hiciera lo propio con el Estado de Israel, tiene un importante peso histórico.
Palestina estuvo bajo mandato británico entre 1920 y 1948, cuando decidió retirarse y dejarlo en manos de la ONU, que acordó el reparto del territorio en dos Estados, uno árabe y otro judío, bajo el controvertido plan de partición que, tras décadas de conflictos y ocupación, ha dado lugar al mapa actual.
Un paso irreversible
Este domingo, Starmer aseveró que ahora la esperanza de una solución de dos Estados se «desvanece» con las acciones de Hamás y los rehenes que todavía tiene cautivos; la «intensificación» de la ofensiva militar por parte del Gobierno israelí en Gaza, los más de 65.000 palestinos muertos y la aceleración de la construcción de asentamientos en Cisjordania.
Pese a todo, Lammy admitió que la decisión es simbólica y en la práctica no logrará aliviar la crisis humanitaria ni la liberación de los rehenes, pero mantendrá «viva» la esperanza de una solución de dos Estados.
Para otros como el representante de la Autoridad Palestina en el Reino Unido, Husam Zomlot, que ahora podrá ser reconocido como embajador de pleno derecho, el reconocimiento llega tarde pero «marca el fin de la negación por parte de Gran Bretaña del derecho inalienable del pueblo palestino a la autodeterminación, la libertad y la independencia en nuestra patria».
«Esto supone un paso irreversible hacia la justicia, la paz y la corrección de errores históricos, incluido el legado colonial británico, la Declaración Balfour y su papel en el despojo del pueblo palestino», afirmó Zomlot en un comunicado. EFE
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