Las autoridades de Australia investigan la muerte de una mujer de 80 años en un crucero
Sídney (Australia), 5 nov (EFE).- La Autoridad Australiana de Seguridad Marítima (AMSA, por sus siglas en inglés) investiga la muerte a finales de octubre de una turista de 80 años en una remota isla de la Gran Barrera de Coral, una de las paradas del crucero en el que se embarcó.
Suzanne Rees se encontraba el 25 de octubre, un día caluroso y húmedo, haciendo una ruta hasta un mirador de Isla Lagarto, en el nororiental estado de Queensland, junto a otros pasajeros del Coral Adventurer, un barco de expedición tropical por costas remotas y vírgenes en el país austral y otras naciones, recoge la cadena pública australiana ABC.
La Policía, que investiga el suceso, informó que la mujer, una contable jubilada afincada en Sídney, se encontró mal durante la caminata y los guías le pidieron que regresara al barco sin compañía, según explicó su familia y recoge el mismo medio.
El Coral Adventurer, que realizaba en Isla Lagarto –popular destino para bucear en la Gran Barrera de Coral– su primera escala de un viaje de 60 días, zarpó al atardecer sin Rees entre sus pasajeros.
A la hora de la cena, horas después de retomar el viaje, el personal se percató de la ausencia de la mujer y la tripulación dio orden de regresar al enclave.
Un equipo de búsqueda encontró la mañana del 26 de octubre el cuerpo sin vida de la turista.
El crucero tenía previsto regresar hoy a la ciudad de Cairns, donde oficiales de la AMSA esperaban para abordar el navío, publicó el martes la agencia de noticias australiana AAP.
Las autoridades tratan de averiguar qué falló y por qué nadie se dio cuenta de la ausencia de Rees durante el embarque tras la parada en Isla Lagarto.
En este remoto lugar, los pasajeros del Coral Adventurer podían practicar esnórquel y hacer una caminata hasta Cook’s Look, un mirador en la cima de una colina que lleva por nombre el apellido del navegante, explorador y cartógrafo británico James Cook.
La propia página web del crucero señala que el barco tiene capacidad para 120 pasajeros y 46 tripulantes y viaja a destinos «a menudo inaccesibles». EFE
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