
Las detenciones de periodistas en Zimbabue reactivan el temor a un retroceso democrático
Harare, 14 jul (EFE).- El Gobierno de Zimbabue ha detenido en los últimos meses a varios periodistas, en un episodio que ha generado preocupación entre los profesionales del sector, que temen ser arrestados por ejercer su labor, y que ha despertado recuerdos de la represión de la libertad de prensa vivida durante el mandato del fallecido expresidente Robert Mugabe.
Las detenciones de Blessed Mhlanga, Faith Zaba y Kholwani Nyathi, todos pertenecientes al grupo Alpha Media Holdings (AMH) -editor de los diarios NewsDay, Zimbabwe Independent, The Standard y de la plataforma audiovisual Heart and Soul (HStv)-, críticos con las políticas gubernamentales, han encendido las alarmas entre la opinión pública y organizaciones de la sociedad civil.
«Esta serie de arrestos, detenciones y cargos contra periodistas y medios de comunicación representa una amenaza seria para la libertad de prensa en Zimbabue», dijo a EFE el abogado de los periodistas, Doug Coltart.
Coltart, crítico con el Gobierno, sostuvo que estas detenciones evidencian la escasa tolerancia del régimen hacia las voces críticas.
«Parece una estrategia deliberada para generar un efecto paralizante que impida a los periodistas ejercer su labor sin miedo ni favoritismos», agregó.
Muchos consideran que esta oleada de detenciones reactiva la dinámica de represión que marcó la era de Robert Mugabe, quien gobernó Zimbabue con mano de hierro entre 1980 y 2017, y bajo cuyo mandato el entonces ministro de Información, Jonathan Moyo, lideró una dura ofensiva contra la prensa independiente.
Entre 2000 y 2010, varios reporteros fueron arrestados y acosados, y uno de los principales diarios privados del país, The Daily News, fue prohibido y su imprenta en Harare, la capital, fue atacada con explosivos por supuestos agentes del Estado.
Quince años después, las detenciones de periodistas críticos reflejan el mismo patrón de aquella etapa represiva.
Hace dos semanas, Faith Zaba, editora del Zimbabwe Independent, fue puesta en libertad bajo fianza tras ser acusada de «insultar la autoridad del presidente» Emmerson Mnangagwa por una columna satírica.
En ésta calificaba a Zimbabue de «Estado mafioso» por su presunta injerencia en los asuntos de países vecinos y afirmaba que el actual Gobierno está «obsesionado con gobernar desde el miedo».
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) y Amnistía Internacional (AI) denunciaron la detención de Zaba y exigieron su liberación inmediata y sin condiciones.
AI consideró este arresto como «un ataque al derecho a la libertad de expresión y de prensa» y advirtió de que forma parte de un «patrón» de uso abusivo del sistema judicial para silenciar a los medios independientes.
Otro periodista, Blessed Mhlanga, también enfrenta cargos por «socavar la autoridad del presidente» e incitación a la violencia, tras publicar una entrevista con Blessed Geza, veterano de la guerra de independencia de Zimbabue y antiguo dirigente del partido gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF).
Mhlanga, de 45 años, fue puesto en libertad condicional el pasado 6 de mayo tras pasar 72 días detenido.
«Me siento perseguido por la Fiscalía, ya que el Estado quiere inducir miedo en mí para que deje de ejercer mi labor profesional como periodista, pero la persecución ha logrado lo contrario, ya que ahora me siento más fuerte para seguir dando voz al pueblo», aseguró Mhlanga a EFE.
Si Zaba -acusada junto con el grupo AMH y su editor jefe, Kholwani Nyathi- es declarada culpable en el juicio previsto para el próximo 29 de julio ante el Tribunal de Primera Instancia de Harare, los periodistas podrían enfrentar penas de hasta cinco años de prisión.
El editor y empresario Trevor Ncube, responsable de AMH, condenó la persecución y criticó duramente a Mnangagwa.
«Una prensa independiente es el alma de cualquier democracia y es esencial para una economía y una sociedad prósperas», aseguró Ncube a EFE.
La situación política en Zimbabue sigue siendo tensa desde las elecciones generales de agosto de 2023, que dieron la victoria al ZANU-PF de Mnangagwa, en el poder desde 2017, cuando un golpe militar derrocó a Mugabe.
En los últimos años se ha registrado una oleada de arrestos de opositores, disidentes, activistas y periodistas, mientras la Policía ha reprimido protestas con gases lacrimógenos y cañones de agua. EFE
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