Las prioridades de Brasil para la COP30: protección de selvas y más financiación climática
Jon Martín Cullell
São Paulo, 3 oct (EFE).- Brasil ha presentado la cumbre climática de la ONU que arranca la próxima semana en Belém como la “COP de la implementación”, es decir, el momento de poner en práctica los compromisos adquiridos desde la firma del Acuerdo de París hace diez años.
Entre las prioridades de Brasil, que debe compaginar sus intereses como país y como moderador, figuran la mejora de la financiación climática, el impulso a los biocombustibles y el lanzamiento de un fondo para proteger las selvas.
«Ahora es el momento de dejar atrás la inercia», ha afirmado el presidente de la COP30, el diplomático brasileño André Corrêa do Lago.
El camino a los 1,3 billones
Brasil y Azerbaiyán, país que acogió la COP del año pasado, deben presentar un informe sobre cómo alcanzar la meta ideal de 1,3 billones de dólares anuales para financiar acciones climáticas en países en vías de desarrollo.
El informe pretende dar una respuesta a la insatisfacción con la meta de 300.000 millones de dólares anuales establecida el año pasado y que muchas naciones consideran insuficiente.
Con ese objetivo, el Gobierno brasileño presentó recientemente un documento preparatorio en el que enumera varias estrategias, como la reforma de los bancos multilaterales para que sean más efectivos.
El país anfitrión busca, además, “un punto de inflexión” en las discusiones sobre la adaptación al cambio climático, un tema que le interesa especialmente después de que el año pasado sufriera una fuerte sequía en la Amazonía e inundaciones masivas en el sur.
En su última carta a la comunidad internacional, Corrêa do Lago mencionó la demanda de algunos actores de triplicar la financiación para este ámbito, que tradicionalmente ha recibido menos atención.
Nuevo fondo para las selvas
Brasil alberga el mayor pedazo del mayor bosque tropical del planeta, y el presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha dicho que la principal razón para organizar la COP en Belém, ubicada en plena selva, es justamente “mostrar la Amazonía al mundo”.
Precisamente, la propuesta más concreta de Brasil para la COP30 es la creación del Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF, por sus siglas en inglés), que busca recompensar a los países que conservan sus selvas.
La meta es que este fondo de inversión reúna 125.000 millones de dólares y que luego genere rendimientos a ser repartidos entre las naciones tropicales.
El Gobierno de Lula ya ha anunciado que destinará 1.000 millones de dólares y confía en que otros países desvelen aportaciones durante la conferencia.
Cuadruplicar la cantidad de biocombustibles
Uno de los mayores productores de etanol del mundo, el país latinoamericano quiere impulsar una iniciativa para cuadruplicar de aquí a 2035 la producción de biocombustibles, fabricados a partir de material orgánico.
Durante una reunión preparatoria en octubre, el Gobierno presentó esta apuesta como una forma de apoyar la transición energética y ahora busca que sea respaldada por los líderes que asistirán a la COP.
Por otro lado, Corrêa do Lago ha recordado en varias ocasiones el compromiso adquirido por los países en 2023 de “alejarse” de los combustibles fósiles, aunque no ha divulgado planes para discutir durante la conferencia un calendario para lograrlo.
Ordenar los compromisos de empresas y ONG
En paralelo a las negociaciones entre países, las conferencias climáticas se caracterizan por un gran número de anuncios por parte de empresas, ONG y autoridades locales que raramente son fiscalizados.
Brasil quiere poner orden en esa lluvia de compromisos en torno a la llamada Agenda de Acción y apoya crear una plataforma digital “transparente” para monitorearlos y medir sus resultados.
Esta iniciativa forma parte de un empuje por parte de los organizadores para hacer de la COP30 la “más inclusiva” de la historia y ampliar la participación de la sociedad civil, después de que el evento fuera celebrado bajo regímenes dictatoriales tres años seguidos.
Defensa del multilateralismo
Lula es un histórico defensor de las negociaciones entre países y ha criticado medidas unilaterales, como los recientes aranceles impuestos por EE.UU.
Por esa razón, la COP30 también es, para Brasil, una oportunidad para mostrar que el multilateralismo está vivo.
Los organizadores han animado a los países a presentar antes de la conferencia sus nuevas metas de reducción de emisiones de gases contaminantes, el principal pilar del Acuerdo de París, si bien la gran mayoría de naciones aún no lo ha hecho.EFE
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