
Leópolis aspira a ser Capital Europea de la Cultura 2030 para amplificar la voz de Ucrania
Rostyslav Averchuk
Leópolis (Ucrania), 19 oct (EFE).- Leópolis, ciudad en el oeste de Ucrania, que ha acogido a cientos de miles de ucranianos desplazados y a sus instituciones culturales, compite con Nikšić (Montenegro), para convertirse en Capital Europea de la Cultura en 2030, junto con Lovaina (Bélgica) y Lárnaca o Limassol (Chipre), con el objetivo de mostrar su vibrante escena cultural y contrarrestar la desinformación rusa.
Antes de la decisión de la Unión Europea, prevista para el martes 21 de octubre, el equipo organizador de Leópolis, dirigido por el Instituto de Estrategia Cultural, estaba ultimando su presentación con un generador eléctrico a punto por si se producían cortes de suministro debido a los ataques diarios de Rusia contra la infraestructura energética de Ucrania.
«Ucrania llamó la atención a causa de las bombas y los misiles. Sólo entonces el mundo se preguntó: ‘¿Quiénes son estos ucranianos?'», explicó a EFE Yulia Jomchin, directora del Instituto de Estrategia Cultural. «Presentarse a este título es una oportunidad para explicar a Europa, a través del lenguaje de la cultura, quiénes somos», añadió.
Cultura vibrante
Aunque la guerra afecta inevitablemente a la cultura local, Jomchin enfatizó que la candidatura de Leópolis ofrece la oportunidad de presentar a Ucrania no como víctima, sino como una cultura que fomenta la resiliencia. «La cultura nos ayuda a sobrevivir a estos ataques, a transformar el trauma en fortaleza y a concebir un futuro», declaró a EFE.
A pesar de haber perdido a trabajadores culturales debido al desplazamiento o al frente, Leópolis sigue acogiendo numerosos festivales, representaciones teatrales y exposiciones en museos en su centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, famoso por su mezcla única de influencias arquitectónicas de sus diversas comunidades étnicas.
Aproximadamente 200.000 ucranianos desplazados han encontrado refugio aquí, con programas culturales que les ayudan a adaptarse y a recuperarse.
«A través de visitas al teatro o a museos, aprenden más sobre su país y sobre sí mismos», explicó Jomchin. «La interacción con residentes de Jersón, Járkov o Donetsk también transforma a los locales. Es un intercambio mutuo».
La escena cultural de Leópolis se ha visto enriquecida con instituciones reubicadas como la Orquesta Filarmónica de Lugansk y la escuela de pintura Arjip Kuindzhi de Mariúpol, que ofrece clases tanto a adultos como a niños desplazados.
«Aunque Mariúpol fue destruida por las bombas rusas, estas iniciativas mantienen vivo su espíritu», declaró a EFE Alevtina Shvetsova, trabajadora cultural desplazada de Mariúpol. «A través de exposiciones y actos conmemorativos, compartimos la historia de su resistencia y de su gente, asesinada, desplazada o cautiva», señaló.
Una oportunidad
Conseguir el título de Capital Europea de la Cultura permitiría a Leópolis crear una plataforma para el diálogo, contrarrestar las campañas de desinformación rusas que han distorsionado la percepción de Ucrania en el extranjero y destacar la experiencia única de la nación en tiempos de guerra.
«Esta es nuestra voz para mostrar al mundo el contexto en el que vive Ucrania hoy en día», añadió Shvetsova.
La candidatura de Leópolis incluye docenas de proyectos organizados en torno a tres pilares -testimonio, asistencia e imaginación- diseñados para crear un impacto duradero en las escenas culturales locales y europeas, con la participación de artistas e instituciones internacionales.
Algunos proyectos previstos, como el Taller de Recuperación, buscan ampliar las oportunidades del arte como herramienta terapéutica para abordar el trauma.
Otros, como la Casa de la Literatura, tienen como objetivo crear plataformas sólidas para compartir ideas entre instituciones culturales, mientras que iniciativas como Android Opera, dirigida por el compositor japonés Keiichiro Shibuya, que combina intérpretes de carne y hueso con robots, ampliarán los límites creativos.
Dar sentido en medio de la guerra
Con proyectos que comenzarán en 2026 y culminarán en 2030, Leópolis ha planificado exhaustivamente para hacer frente a los riesgos de seguridad, con 27 ciudades asociadas dispuestas a acoger iniciativas si es necesario y alternativas en línea preparadas.
Recientes ataques aéreos sobre Leópolis obligaron a cancelar la visita de miembros del comité de selección de la UE, lo que llevó al equipo organizador a llevar a cabo en su lugar una visita virtual por los puntos de interés cultural de la ciudad.
«No fue fácil, pero lo hicimos lo mejor que pudimos», afirmó Irina Shutka, miembro del equipo.
Si bien las asociaciones internacionales y el apoyo de la UE cubrirán parte de los gastos, las autoridades e instituciones locales desempeñarán un papel fundamental en la realización de los proyectos, ya que la cultura se considera ahora clave para lo que Jomchin describe como un choque de civilizaciones entre la visión europea de Ucrania y la perspectiva imperialista de Rusia.
«Ante la posibilidad de no tener un mañana, las personas buscan un sentido más allá de las cosas materiales. La cultura, a través del teatro, la ópera, los conciertos y las exposiciones, ayuda en esta búsqueda», afirmó. EFE
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