Lesbos (Grecia): Tomar el sol a metros de la costa de arribo de los refugiados
Naiale Urkijo
Isla de Lesbos (Grecia) (EFE), 2 sep.- Golden Beach (Playa Dorada) es una pequeña cala de aguas cristalinas situada en la isla griega de Lesbos. Superado este enclave paradisíaco la arena desaparece para dar lugar a piedras y rocas junto al mar y a una zona de matos punzantes tierra adentro hasta desembocar en un bosque.
Este lugar agreste es uno de los puntos de arribo de las embarcaciones en las que desde 2015 -cuando empezó la crisis de refugiados- llegan al país heleno las personas que huyen de las vulneraciones de derechos humanos en sus países de origen. En total, 65.000 desplazados han alcanzado Grecia en este tiempo.
En esta parte del litoral de la isla de Lesbos, a escasos metros del lugar donde una familia disfruta este sábado de un día de playa, son evidentes las pruebas de estas llegadas clandestinas.
Zapatos, prendas de ropa y mochilas se entremezclan entre las rocas con los restos de las lanchas y con los chalecos salvavidas que los migrantes se quitan en cuanto alcanzan la costa para correr con mayor faciliadad hacia los bosques en los que esperan burlar la vigilancia de la policía griega.
Se trata de objetos que evidencian que antes de echarse a la mar para buscar una vida mejor estas personas tenían dolencias (hay blísteres con pastillas), la menstruación (es fácil encontrar paquetes de compresas) o simplemente una infancia: el calzado y la ropa infantil así lo demuestran.
UN PELUCHE Y UN ABRIGO INFANTIL ROSA
Este sábado la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Nerea Melgosa, y el director de Migración del Ejecutivo autonómico, Xabier Legorreta, han recorrido la zona acompañados por miembros de la ONG guipuzcoana Zaporeak.
De entre el reguero de restos la consejera ha recogido un pequeño peluche -del tamaño apto para un viaje ilegal en una embarcación insegura- y una de las trabajadoras de la ONG un abrigo rosa de niña en cuyo bolsillo había varias pinturas de madera, algo hinchadas por su exposición al agua.
Golden Beach no es una zona de fácil acceso, solo se puede llegar a pie y hay que caminar un buen trecho para llegar a la línea de costa. Este punto de arribo no es casual, ya que busca dificultar que las autoridades locales localicen a los migrantes y pongan fin a su sueño de alcanzar Europa en un busca de una vida segura y digna.
Desde este punto se puede ver la costa de Turquía, punto de salida de las embarcaciones de refugiados, ya que apenas 15 kilómetros separan ambos países. Cada día alrededor de medio centenar de refugiados -al inicio de la crisis migratoria la cifra era de miles- consiguen llegar a la costa de Grecia.
LA LABOR DE ZAPOREAK
La mayoría termina en campos de refugiados. En el caso de Lesbos el campamento se llama Kara Tepe II, que alberga a alrededor de 3.200 personas y que se abrió tras el incendio en 2020 del campo de Moria, en el que se hacinaban más 13.000 personas.
Zaporeak lleva desde 2019 repartiendo comida entre los desplazados de estos campos. Actualmente prepara 2.200 raciones diarias pero Kara Tepe II está habitado por más de 3.000 por lo que no llega a todos.
De hecho uno de sus fundadores, Peio García Amiano, ha hecho un llamamiento a la sociedad vasca a hacer donaciones que les permitan preparar comida para todos los internos del campo y mejorar la calidad de las raciones.
Con al intención expresa de respaldar la labor de esta ONG ante las autoridades locales y de reclamar la creación de corredores humanitarios para los migrantes, la consejera Melgosa ha protagonizado una visita de tres días a Lesbos, que ha concluido este sábado. EFE
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