
Li Qiang pide a la UE evitar la “politización” económica en su reunión con Von der Leyen
Naciones Unidas, 24 sep (EFE).- El primer ministro chino, Li Qiang, instó este miércoles en Nueva York a que la Unión Europea no “politice ni convierta en un asunto de seguridad” las cuestiones comerciales e inversoras, en una reunión mantenida con la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, en el marco de la Asamblea General de la ONU, que se celebra esta semana en la sede de Naciones Unidas.
Li recordó, según informó este jueves la agencia oficial Xinhua, que tanto la cita que ambos líderes mantuvieron en julio en Pekín junto al presidente del Consejo Europeo, António Costa, como la cumbre China-UE celebrada en esa ocasión sirvieron para establecer consensos que ahora deben ponerse en práctica.
A su juicio, la relación ha logrado sostenerse pese a los vaivenes internacionales durante las últimas cinco décadas gracias al “diálogo fluido” y la búsqueda de soluciones a las diferencias.
El primer ministro chino defendió que Bruselas cumpla sus compromisos de mantener abiertos sus mercados de comercio e inversión, al tiempo que reiteró su rechazo a que las diferencias económicas se conviertan en instrumentos políticos o de seguridad.
“China y la UE deben centrarse en los intereses comunes y ampliar la cooperación para beneficio de ambas partes”, afirmó Li, según la nota recogida por Xinhua.
Von der Leyen, por su parte, subrayó de acuerdo con la agencia de noticias que, como dos de las principales economías del mundo, la Unión Europea y China tienen la responsabilidad de reforzar el diálogo, “aumentar la comprensión mutua” y avanzar en la cooperación en áreas como el comercio, la inversión, el medio ambiente o la lucha contra el cambio climático.
El encuentro se produce en un contexto de tensiones comerciales, marcado por los aranceles europeos a los vehículos eléctricos chinos y las investigaciones contra productos agroalimentarios del bloque, asuntos que en julio impidieron un mayor acercamiento político en la cumbre celebrada en Pekín. EFE
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