Macron convoca a los jefes de los partidos el 23 para tratar de constituir un Gobierno

París, 16 ago (EFE).- El presidente francés, Emmanuel Macron, ha convocado a los jefes de los grupos parlamentarios el próximo día 23 para tratar de formar un nuevo Gobierno que permita salir del empantanamiento político en que se encuentra el país por los resultados de las elecciones legislativas del 7 de julio.

En un comunicado publicado este viernes, el Elíseo explicó que el objetivo de las reuniones que mantendrá Macron sucesivamente con las diferentes fuerzas políticas es «seguir avanzando en la constitución de una mayoría lo más amplia y lo más estable posible al servicio del país».

Según su análisis, en las legislativas los franceses mostraron «voluntad de cambio y de amplia unión».

A partir de esa lectura y en nombre de la «responsabilidad», el presidente considera que los jefes de los grupos políticos deben trabajar para que esa voluntad se cumpla.

El Elíseo subrayó que «el nombramiento de un primer ministro intervendrá en la prolongación de esas consultas y de sus conclusiones».

Macron decidió convocar elecciones legislativas anticipadas inmediatamente después del fuerte revés que sufrió en las europeas del 9 de junio, en las que la extrema derecha de Marine Le Pen consiguió una victoria apabullante.

Aunque el jefe del Estado justificó ese adelanto para «clarificar» la situación política, lo cierto es que el panorama que dejaron es mucho más confuso e incierto que el que había en la Asamblea Nacional saliente.

No sólo el bloque macronista perdió la mayoría relativa que tenía, sino que la extrema derecha, que fue la primera fuerza con diferencia en número de votos, no pudo traducirlo en una mayoría de escaños por la estrategia del llamado ‘cordón sanitario’ puesta en practica por el partido de Macron y otras fuerzas políticas, de la que participaron muchos electores.

Al final, se han constituido tres grandes bloques parlamentarios, en principio incompatibles entre sí, el primero el de la coalición de izquierdas del Nuevo Frente Popular (NFP), que cuenta con 190 de los 577 diputados, es decir, muy lejos de la mayoría absoluta.

Manuel Bompard, coordinador nacional de La Francia Insumisa (LFI), el principal partido de NFP, reaccionó a la convocatoria de Macron primero quejándose de que haya tardado «casi dos meses después de su derrota en las legislativas».

Pero, sobre todo, Bompard anunció que la coalición de izquierdas «irá unida para pedir el nombramiento de Lucie Castets como primera ministra de un Gobierno del NFP».

Desde finales de julio, las formaciones de izquierda (LFI, el Partido Socialista, los Ecologistas y el Partido Comunista Francés) se pusieron de acuerdo en el nombre de Castets, una alta funcionaria del Ayuntamiento de París hasta entonces desconocida para la opinión pública, para proponerla como jefa de un nuevo Ejecutivo.

Sin embargo, el presidente de la República es el que decide a quién nombra como primer ministro, cuyos proyectos deben ser sometidos después al escrutinio del Parlamento, y que a su vez puede tumbar al Gobierno con una moción de censura, sin necesidad de poner otro alternativo.

La Constitución impide a Macron convocar unos nuevos comicios legislativos hasta un año después de los que decidió anticipar. EFE

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