
Malí vuelve a acusar a Argelia de «actos de injerencia en los asuntos internos» del país
Bamako, 1 ene (EFE).- El Gobierno transitorio de Malí volvió este miércoles a acusar a Argelia de «actos de injerencia en los asuntos internos» del país africano tras declaraciones del ministro de Exteriores argelino, Ahmed Attaf, sobre su rechazo a una solución militar contra los independentistas del norte del territorio.
En una nota, el Ministerio de Exteriores maliense dijo haberse enterado «con profundo asombro» de las declaraciones de Attaf «comentando de nuevo la estrategia maliense de la lucha contra el terrorismo».
«El Ministerio de Exteriores y de Cooperación internacional condena con el mayor vigor esta nueva injerencia de Argelia en los asuntos internos de Malí a través de un miembro del Gobierno argelino, y recuerda que las opciones estratégicas por la lucha contra los grupos armados terroristas, apoyados por el resto de los patrocinadores estatales extranjeros, depende exclusivamente de la soberanía de Malí y de las opciones de la Confederación de los Estados del Sahel», reza la nota.
La prensa maliense ha recogido declaraciones del ministro Attaf, publicadas por el medio estatal ruso RT, en los que rechazó llamar «terroristas» a los independentistas del norte de Malí, como los califica la junta militar en el poder en el país africano.
Attaf dijo también que la solución para la crisis maliense es política y no militar y vaticinó que llegará el día en el que el poder central en Bamako negociará con los grupos armados del norte del país con la mediación de Argel.
El pasado mes de enero Malí acusó a Argelia de «hostilidad» por recibir en su territorio a opositores al tiempo que anunció el fin con efecto inmediato del Acuerdo por la Paz y la Reconciliación, firmado en 2015 bajo los auspicios del país magrebí, que jugó un importante papel de mediador entre el poder y los representantes de los principales grupos rebeldes dominados por los tuareg y árabes.
Malí está gobernado desde 2020 por una junta militar que hasta ahora no ha ofrecido una fecha para la celebración de elecciones, en un contexto marcado por la inestabilidad y la fuerte violencia que sufre el país hace más de una década por la actuación de grupos yihadistas locales leales a Al Qaeda y al Estado Islámico.
A esto se añade la reanudación hace más de un año de los enfrentamientos en el norte del país entre el Ejército maliense -apoyado por la compañía mercenaria rusa Wagner- y los rebeldes independentistas, que aspiran a reclamar un nuevo Estado en la extensa zona desértica del Azawad. EFE
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