Mayor central sindical de Argentina elige nuevos líderes a las puertas de debate laboral
Buenos Aires, 5 nov (EFE).- La Confederación General del Trabajo (CGT), la mayor central sindical de Argentina, eligió este miércoles a sus nuevas autoridades, cuyo primer desafío será el debate del proyecto de reforma laboral que el presidente Javier Milei enviará próximamente al Congreso.
La central gremial, de raigambre peronista, quedó bajo la conducción del triunvirato integrado por Jorge Sola, líder del sindicato de los trabajadores de compañías aseguradoras, Cristian Jerónimo, del gremio del sector del vidrio, y Octavio Argüello, del poderoso sindicato de chóferes de camiones.
Su mandato se extenderá hasta 2029.
Las nuevas autoridades de la CGT fueron elegidas durante un congreso de la central celebrado este miércoles en Buenos Aires, no exento de tensiones entre los dirigentes de los cerca de 200 gremios que componen la entidad.
De hecho, casi medio centenar de sindicatos no participaron del congreso.
También hubo desencuentros por la ausencia de mujeres en la conducción y por la propuesta para volver a tener un solo secretario general en vez de tres.
En medio de las tensiones en el congreso, el sindicato que representa a los chóferes de ómnibus decidió abandonar la central.
La nueva conducción de la CGT tendrá como primer desafío la reforma laboral que Milei planea enviar en las próximas semanas al Congreso para su debate.
Varios gremio ya han anticipado su rechazo a la iniciativa, cuyo texto definitivo aún se desconoce pero del que ya se saben algunos aspectos.
Entre los cambios que busca imponer el Gobierno con una nueva ley, está el que los convenios colectivos por sector de actividad dejen de tener primacía sobre los acuerdos por empresa, lo que, según el Gobierno, permitirá ajustar las cláusulas a la realidad de cada empresa, y que, en la práctica, restará poder a los gremios.
El Ejecutivo de Milei quiere, además, que las negociaciones paritarias tengan en cuenta las diferencias entre regiones del país y la «sostenibilidad económica» de las empresas.
Considera que la actualización salarial por la tasa de inflación -aún muy elevada en Argentina- es un «modelo agotado» que debe ser reemplazado por otro basado en el «mérito» y la «productividad» del empleado.
Los dirigentes gremiales admiten que se necesita modernizar ciertos acuerdos colectivos para introducir cuestiones como el teletrabajo o los empleos vinculados a las nuevas tecnologías, pero rechazan cambios que limiten el rol de los sindicatos o pongan al trabajador en una posición de debilidad ante la empresa a la hora de establecer condiciones de trabajo y salarios.
De acuerdo a datos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), desde el inicio del Gobierno de Milei y hasta julio pasado cerraron 18.032 empresas -30 por día- y se perdieron 253.728 puestos de trabajo asalariados registrados en el sector privado, mientras que en el ámbito público nacional se perdieron hasta agosto 57.621 empleos.
Según las últimas cifras oficiales disponibles, la tasa de desempleo se ubicó en el segundo trimestre del año en el 7,6 %, con caída en el empleo asalariado formal y crecimiento en el trabajo por cuenta propia y en el empleo no registrado, con una tasa de informalidad del 42 %. EFE
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