
Melitopol, Vugledar y Bajmut, prioridades de Kiev mientras el frío no golpea
Rostyslav Averchuk
Leópolis (Ucrania), 22 dic (EFE).- El invierno está teniendo de momento poco impacto en la intensidad de la guerra, mientras los combates continúan en el frente y Ucrania se concentra en Melitopol y Vugledar en el sur y en la región de Lugansk en el norte al tiempo que repele los renovados ataques contra Bajmut.
El último informe del Ejército ucraniano estima que 660 soldados rusos murieron en las 24 horas precedentes, lo que eleva el total de bajas de las fuerzas invasoras a más de 100.000. Aunque la cifra no puede ser verificada de manera independiente, hay pocas dudas de que el Ejército ruso continúa sufriendo grandes pérdidas en Ucrania.
Sergiy Grabskyi, analista militar, explica a EFE que a pesar de la ausencia de grandes avances por parte de ambos contendientes en las últimas semanas, la intensidad de los combates está próxima a su nivel máximo.
«Ucrania actúa continua y metódicamente operando en la linea del frente para crear las condiciones adecuadas para operaciones aún más activas», considera.
En el sur, Grabsky destaca la batalla por el control de Vugledar. La ciudad es clave para controlar el sur de la región de Donetsk. «Desde allí, seremos capaces de atacar al enemigo en Volnovakha, usando (los sistemas de misiles) HIMARS, y amenazando para seguir hacia Mariúpol».
Las fuerzas armadas ucranianas están además preparando el terreno para una ofensiva mediante los golpes repetidos contra las áreas ocupadas por Rusia en las regiones de Jersón y Zaporiya, en la orilla oriental del Dniéper, mientras mantienen la presión en Lugansk.
En Donetsk, Grabsky dice que las batallas en Bajmut y Mariinka están siendo tan intensas que se pueden comparar con el asedio de Estalingrado durante la II Guerra Mundial y a los enemigos a menudo les separa solo al alcance de un tiro de granada.
Los máximos responsables militares, incluido el comandante en jefe Valerii Zaluzhnyi, han advertido recientemente de que es probable que en febrero comience una nueva gran ofensiva rusa y que Ucrania necesita más armas para repelerla y liberar sus territorios ocupados.
Grabskyi está de acuerdo y destaca las regiones de Chernikov, Járkov y Lugansk como posibles objetivos y dice que también es posible un ataque desde Bielorrusia. La probabilidad de un éxito ruso es limitada, asegura.
En contra del estereotipo, es improbable que el invierno vaya a desempeñar un papel que aprovechen los rusos.
«El mito del General Invierno es un producto de la propaganda rusa. Las tropas ucranianas están combatiendo en su territorio y están mucho mejor preparadas para el frío que el Ejército ruso, que está sufriendo al no haber contado con tener que luchar en tales condiciones».
Asegura también que solo las cifras no servirán para que Rusia haga progresos.
«Ucrania logró todos sus avances en esta guerra a pesar de contar con menos fuerzas y armas que el enemigo, gracias a un mando preparado, una mayor motivación, mejor coordinación y empleo de las armas a su disposición».
Añade que la rígida estructura de mando del Ejército ruso y el hecho de que dependa de doctrinas anticuadas le hace inferior al Ejército ucraniano en su capacidad para desarrollar operaciones militares mayores.
Según Grabskyi, es probable que Ucrania combine la defensa con el ataque en varias partes del frente. El enemigo puede que encuentre especialmente difícil concentrar fuerzas suficientes para defender las áreas ocupadas del sur del país.
Sin embargo, Ucrania necesita más armas ya que las pérdidas de equipos en el campo de batalla son elevadas y se requerirá un nivel de producción similar al que hubo durante al Guerra Fría para sustituirlos. Grabskyi dice que llevará tiempo hasta que los aliados de Ucrania aumenten su producción militar tras diez años de ver reducir su potencial a un nivel inferior al que ahora se necesita.
El experto aprecia señales positivas y espera que Ucrania reciba armas de largo alcance, necesarias para atacar posiciones dentro del territorio ruso y reducir así su capacidad para lanzar ataques de misiles contra la infraestructura civil ucraniana.
El envío prometido de sistemas de misiles «Patriot» desde Estados Unidos también contribuirá a crear un sistema de defensa antiaérea a varios niveles capaz de dar protección contra misiles balísticos que pueda obtener Rusia desde Irán.
Grabskyi subraya sin embargo que los militares solo actúan si se dan ciertas condiciones económicas. «Las guerras se ganan por medios económicos. Esta guerra puede durar tiempo si no se le retiran a Rusia las fuentes de financiación de la invasión». EFE
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