Miles de saharauis piden a la ONU mecanismo de vigilancia en zonas ocupadas
Malainin Mustafa
Rabuni (Campamentos de refugiados saharauis), 16 feb (EFE).- Varios miles de saharauis se manifestaron hoy en el campo de refugiados de Rabuni, el más importante de la región argelina de Tinduf, para apoyar a la activista Sultana Khaya y pedir a la ONU un mecanismo de vigilancia que frene el incremento de la represión policial marroquí en las zonas ocupadas de la antigua colonia española del Sahara Occidental.
Organizaciones de defensa de los derechos humanos en la ciudad del Aoiun, controlada por Marruecos desde el inicio de la ocupación en 1975, denunciaron esta semana que policías marroquíes agredieron a Sultana y a unas de sus hijas en la ciudad de Bujador, donde vive bajo arresto domiciliario, cuando se encontraban en la puerta de su domicilio para recibir una visita.
En imágenes difundidas después en de las redes sociales se podía ver a Sultana, quien ya perdió un ojo en 2006 por una supuesta agresión marroquí, con un fuerte golpe en el rostro perpetrado al parecer por un policía marroquí, quien también rompió parte de su dentadura.
En este contexto, cientos de representantes de la sociedad civil y de la administración saharauis se concentraron este martes frente la estación de Transporte ante la sede del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en Rabuni, capital administrativa de la República Árabe Democrática Saharaui (RASD), para denunciar «la violencia marroquí en las zonas ocupadas».
Al grito de «¡Defenderemos nuestra tierra!» y «¡Lucharemos hasta el final!», los congregados marcharon en torno a la sede con pancartas en las que destacaban las fotografías de presos saharauis en cárceles de Marruecos y expresaban su solidaridad y apoyo a la familia de Sultana y a «todos nuestros compatriotas que sufren la represión en su propia tierra ocupada».
Otras reproducían las palabras de Sultana, quien ha asegurado que “el Sahara Occidental es un infierno: violaciones, abusos, torturas, desapariciones forzosas, asesinatos, arresto domiciliario. Es (escenario de) una espiral de violencia y represión para intimidar e intentar silenciar a los activistas saharauis».
PETICIÓN A LA ONU
Los participantes en la marcha también pidieron a la comunidad internacional que «adopte medidas inmediatas y urgentes para proteger a los saharauis de la opresión de las fuerzas represivas marroquíes», que se han multiplicado en los últimos meses en paralelo a las operaciones de hostigamiento que unidades del Frente Polisario realizan en la zona del muro construido por Marruecos en el Sahara, el más largo del mundo.
Los congregados, liderados por organizaciones de la sociedad civil, exigieron, asimismo, la creación de un nuevo mecanismo internacional que permita vigilar la situación de los derechos humanos en las ciudades ocupadas por las fuerzas marroquíes.
A este respecto, el Frente Polisario se mostró «sorprendido por el silencio de las organizaciones jurídicas internacionales y de los organismos internacionales de defensa de los derechos humanos» en relación a «la opresión, abuso, tortura y vejaciones que sufren los saharauis en las ciudades ocupadas del Sahara Occidental».
ESCALADA DE TENSION EN LA ZONA
La situación en la antigua colonia española es de alta tensión desde que el pasado 13 de octubre fuerzas armadas marroquíes penetraran en el paso de Guerguerat, que une Mauritania con la zona ocupada por Marruecos en el Sahara Occidental, para desalojar a un nutrido grupo de saharauis que habían acampado en la pista para interrumpir un tránsito de mercancías que el Frente Polisario considera ilegal.
Apenas 24 horas después de la ofensiva, el secretario general del Frente Polisario y presidente de la RASD, reconocida por decenas de países, Brahim Ghali, aseguró que suponía una violación del alto el fuego y consideró rota la tregua firmada en 1991.
Un día más tarde, anunció el inicio de acciones bélicas a lo largo del muro levantado por Marruecos en medio del desierto, que según los saharauis se repiten a diario desde entonces y que Rabat ni siquiera comenta.
A la tensa situación, se añadió el reconocimiento por parte de la Administración del expresidente de Estados Unidos Donald Trump del Sáhara Occidental como parte de Marruecos a cambio de que ese país reconociera a Israel.
El pasado 24 de enero, el Frente Polisario aseguró haber atacado con misiles el paso de Guerguerat, información a la que Marruecos respondió admitiendo las acciones de hostigamiento -a las que restó importancia- y asegurando que la situación en el paso comercial entre Marruecos y Mauritania era «normal y de tranquilidad».
El 8 de febrero, el Polisario aseguró que había logrado penetrar en territorio bajo control de Marruecos y matado a tres soldados marroquíes en una operación, información que no ha sido confirmada ni desmentida ni por Marruecos ni por fuentes independientes. EFE
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