The Swiss voice in the world since 1935

¿Muerte digna o antiderecho? La eutanasia divide posturas en Uruguay

Alejandro Prieto

Montevideo, 10 ago (EFE).- A días de que el Parlamento comience a discutir el nuevo proyecto de ley para despenalizarla, la eutanasia divide a Uruguay entre quienes reclaman la libertad de pedir una «muerte digna» ante el sufrimiento por enfermedades incurables y quienes afirman que todo dolor tiene alivio y que se crearía un «antiderecho».

Iniciado en 2019, cuando el reclamo de un paciente de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) dio pie al primer proyecto de ley presentado en marzo de 2020, el proceso que envolvió al país en un intenso debate público se encamina finalmente a una resolución.

Con la mira puesta en la votación del próximo martes en la Cámara de Representantes, los referentes de los colectivos Empatía Uruguay y Prudencia Uruguay, Florencia Salgueiro y Miguel Pastorino, explican a la Agencia EFE las posturas a favor y en contra del proyecto.

Derecho a una muerte digna

«Para mí la eutanasia siempre va a estar muy relacionada con acompañar la enfermedad y la muerte de mi padre», dice Salgueiro sobre la historia personal que la llevó a unirse al colectivo en 2021.

Es que, «a pesar de tener los mejores cuidados paliativos», Pablo Salgueiro, que había visto morir de ELA a su padre y su hermano, decidió a comienzos de 2020 que no quería vivir más con la enfermedad que le quitó progresivamente las capacidades de caminar, comer o escribir y ya le dificultaba respirar.

«Le dijo a los médicos de paliativos que no quería vivir más y le dijeron ‘lo que usted nos está pidiendo no se puede'», relata Salgueiro, para quien el sufrimiento de su padre, obligado «a vivir una vida que ya no quería», fue «tan injusto» y sin sentido que la volcó a militar por la eutanasia.

«Desde que supe que se había presentado el primer proyecto, y lo llegué a hablar con él, siento que le debo a mi padre y a todas las personas que están en la misma situación hoy lograr que exista alguna opción para morir con dignidad cuando las enfermedades no tienen una solución», remarca.

Así, para Salgueiro, el principal argumento a favor del proyecto que, basado en el que quedó «encajonado» en 2022, fue presentado este año con el título «Muerte digna», es el reconocimiento de que existen personas con enfermedades incurables que «incluso con los mejores cuidados paliativos» no pueden ser aliviadas y que desean «una muerte digna en sus propios términos» porque, para ellos, «morir puede ser el alivio más grande».

Discriminación y antiderecho

«Surge como una agrupación de profesionales de diferentes disciplinas. Lo que nos une es un estudio interdisciplinario del tema eutanasia y la ética del final de vida», explica Pastorino sobre el grupo desde el cual, como profesor de bioética, busca aportar claridad para romper con las «falsas creencias» respecto al tema.

En tanto señala que muchos confunden, por ejemplo, eutanasia con voluntad anticipada, el autor del libro ‘La eutanasia no es lo que parece’ dice que la pregunta central es si para la sociedad está bien que a una persona que quiere morir «el Estado le legitime que es un derecho suicidarla».

«El proyecto lo que establece es que hay personas a las que se les va a ayudar a que mueran y hay otros a los que se les va a prevenir el suicidio», acota quien argumenta que en vez de un derecho se crearía así «un antiderecho».

«Hoy cualquier dolor físico se puede aliviar, hay fármacos para eso. Otra cosa es el sufrimiento existencial, pero ahí estás igual que con cualquier persona que quiera suicidarse (…), necesita acompañamiento, asistencia», opina Pastorino.

A su vez, en tanto dice que «la dignidad es de la persona» y no de la muerte, subraya que «una muerte acorde a la dignidad humana implica morir reconocido, valorado, aliviado y acompañado» y que «descartar la vida de alguien porque se considera indigna es no reconocerle la dignidad».

Cuestión de garantías

Frente a un proyecto que dispone que sean dos médicos quienes den su aval, pero no exige la intervención de psiquiatras o especialistas salvo que estos difieran y se deba convocar una junta médica, Pastorino expresa varios reparos.

«Ni siquiera hay especialista en paliativos. El proyecto no lo exige», sostiene quien también critica que no se exija el cuidado paliativo como «requisito previo».

Salgueiro, por su parte, cree que el proyecto es «muy garantista», pues incluye un período de reflexión, es «claro» en la delimitación del tipo de pacientes y en «qué tiene que hacer» cada médico, exige dos testigos y prevé la revisión de un comité multidisciplinario.

«Así es como funciona en Países Bajos también», puntualiza quien, preguntada sobre la votación, dice tener «mucha esperanza» en que la ley pueda ser aprobada este año. EFE

apf/scr/amg

(foto) (video)

Los preferidos del público

Los más discutidos

SWI swissinfo.ch - Sociedad Suiza de Radio y Televisión SRG SSR

SWI swissinfo.ch - Sociedad Suiza de Radio y Televisión SRG SSR