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El centro suizo de la política exterior de Qatar

Ginebra
El emblemático "jet d'eau" (chorro de agua) en la segunda ciudad más grande de Suiza, Ginebra. Keystone

Situada a casi 10 000 km de distancia de los rascacielos que desafían la gravedad de la capital qatarí, Doha, Ginebra se ha convertido en un lugar tan importante para la diplomacia del emirato como lo ha sido el fútbol para su marca global.

Es en Ginebra donde ha salido a la luz gran parte de la cuidadosamente elaborada construcción de la imagen global de Qatar. La ciudad, conocida como un centro de actividad diplomática internacional, no está lejos del cantón de Vaud, sede de muchas asociaciones y federaciones deportivas mundiales. Zúrich, donde se encuentra la sede de la FIFA, está a solo tres horas en tren. 

La ofensiva de Qatar en Ginebra

Esta es la primera parte de una serie de tres capítulos sobre cómo Qatar ha utilizado Suiza como centro para promover su imagen pública desde que fue nombrado anfitrión de la Copa del Mundo de 2022. En este episodio, centramos la atención en el Centro Internacional para la Seguridad en el Deporte (ICSS), al tiempo que informamos sobre la Alianza Mundial para la Integridad en el Deporte (SIGA), dos instituciones fundadas por Qatar, con sede en Ginebra, y que se enfrentan a acusaciones de falta de transparencia.

Ginebra es también donde este Estado, rico en energía, ha establecido dos iniciativas: el Centro Internacional para la Seguridad Deportiva (ICSS) y la Alianza Mundial para la Integridad Deportiva (SIGA), ambas, directa e indirectamente, para dominar una narrativa en torno al deporte y la transparencia en el sector.

“Sería lógico que Qatar esté operando aquí”, dice Marc Pieth, experto suizo en anticorrupción. “La red suiza de organizaciones internacionales, organizaciones deportivas y oportunidades diplomáticas [ahora] estaba siendo utilizada por Qatar para crear una imagen positiva de sí mismo a nivel mundial”.

Diplomacia deportiva 

Doce años después de ganar la candidatura para albergar el evento futbolístico, la diplomacia deportiva se ha convertido en un elemento importante de la política exterior del Estado del Golfo, así como de su política de desarrollo nacional. En total, el pequeño Estado dice haber gastado al menos 200 000 millones de dólares (196 000 millones de francos suizos) en infraestructura antes de la Copa del Mundo, además de cientos de millones en los mejores campeones de fútbol, haber patrocinado a algunos de los mejores equipos de fútbol del planeta y acoger una larga lista de eventos deportivos globales. 

Hind Bint Abdul Rahman
La representante Permanente de Qatar ante la sede de Naciones Unidas en Ginebra, la Dra. Hind Bint Abdul Rahman Al Muftah Paula Dupraz-Dobias

“Si Qatar logra organizar la Copa del Mundo, será un éxito para toda la región de Oriente Medio, que es una zona de conflicto con una inestabilidad económica, social y política”, afirmaba Hind Bint Abdul Rahman Al Muftah, embajadora del estado del Golfo ante las Naciones Unidas en Ginebra, en una rara entrevista.

“Puede generar una nueva conciencia de cómo se puede invertir en esta región, y enviar un mensaje de que podemos ser parte, de la forma que involucramos los deportes en los derechos humanos, la pacificación y la gestión de conflictos”, añadía.
 

A medida que Qatar se embarcaba en la candidatura para la Copa del Mundo de 2022, los informes sobre abusos y muertes de los trabajadores inmigrantes que construían las infraestructuras se convirtieron en un creciente lastre para la optimista narrativa que el país productor de gas estaba deseando proyectar. A esos trabajadoresEnlace externo procedentes de comunidades empobrecidas del sur y el este de Asia se les negaba a menudo su salario, se les prohibía cambiar de trabajo y no podían salir libremente del país. Algunos trabajadores extranjeros también se enfrentaban a duros castigos por criticar el sistema.

Una investigación del periódico The GuardianEnlace externo descubrió que al menos 6 700 trabajadores inmigrantes murieron en Qatar entre 2010 y 2020, mientras el país se preparaba para el evento deportivo. Sin embargo, no está claro cuántos de esos trabajadores estaban empleados en los proyectos de construcción de la Copa del Mundo. Las autoridades qataríes afirman que 37 trabajadores murieron mientras trabajaban en las obras del evento, y que solo tres de estas muertes fueron consecuencia de un accidente laboral.

Por su parte, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con sede en Ginebra, realizó lo que denomina un “análisis en profundidad” de las muertes relacionadas con el trabajo en Qatar y concluyó que 50 trabajadores murieron en 2020, más de 500 resultaron gravemente heridos y 37 600 sufrieron lesiones leves, todo ello principalmente en el sector de la construcción.

Bajo la presión de la Confederación Sindical Internacional (CSI), con sede en Ginebra, y de la Organización Internacional del Trabajo, Qatar anunció compromisos de reforma laboral siete años después de ganar la candidatura, entre los que se incluyen la prohibición del trabajo al aire libre al mediodía durante los meses de verano, la autorización para que los trabajadores salgan de Qatar sin el permiso del empleador y el establecimiento de un salario mínimo.

Pero el grupo de defensa de derechos humanos Human Rights WatchEnlace externo aseguraba que esas medidas habían sido “lamentablemente inadecuadas y mal aplicadas”.

También se pusieron en marcha investigaciones sobre la corrupción en el proceso de licitación. A finales de 2021, el Departamento de Justicia de Estados Unidos declaróEnlace externo que varios funcionarios de la FIFA habían recibido sobornos para votar por Qatar en 2010.

En Francia se está investigando también una reunión entre el expresidente Nicolas Sarkozy, el expresidente de la federación europea de fútbol UEFA, Michel Platini, y el emir qatarí días antes de la candidatura ganadora. Se alega que se obtuvieron beneficios económicos a cambio del voto francés. No se han presentado cargos.

A menos de un mes del inicio del Mundial, Tamim Bin Hamad Al-Thani, el emir de Qatar, describió el evento como una “gran ocasión humanitaria” en un discurso ante el consejo de la Shura, el órgano legislativo de dicho país y afirmó que las críticas a Qatar eran “invenciones”.

El deporte ha sido central en la política gubernamental. Hasta se incluyó en los planes de sostenibilidad y desarrollo de Qatar 2030 como un elemento que puede ayudar al país a diversificar su economía intensiva en combustibles fósiles, promover un estilo de vida más saludable y atraer a turistas y residentes extranjeros, entre ellos Gianni Infantino, actual presidente de la organización mundial de fútbol, la FIFA. Invertir en deportes es también una forma de que el autoritario país endulce su imagen internacional y construya lazos diplomáticos.

“Qatar está realmente poniendo todo su esfuerzo en cómo reclutar e invertir en el deporte, a través de los vínculos con la FIFA, ONGs y organizaciones que trabajan en el marco del deporte, como un lenguaje para enfatizar los derechos humanos básicos, la paz, la acción y la mediación”, aseguraba la diplomática qatarí.
 

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Relaciones confusas

En la última década, Qatar ha creado una compleja red en numerosas agencias de la ONU con sede en Ginebra. Ha duplicado su peso relativo general como contribuyenteEnlace externo a las Naciones Unidas, lo que se conoce como escala de valoración. Eso incluye, entre 2012 y 2022, donaciones por 49 millones de dólares (48 millones de francos suizos) a la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUREnlace externo) con el propósito de ayudar a los refugiados y desplazados en Oriente Medio, Bangladesh y Somalia, según dicho organismo internacional.   

Al-Muftah ha señalado que recientemente se concluyó un acuerdo entre ACNUR, las “organizaciones caritativas” qataríes y el comité anfitrión de la Copa del Mundo para construir comunidades deportivas locales en países africanos.

Qatar también tiene su pie en la Organización Mundial de la Salud (OMS) a través de Infantino, un visitante ya habitual de Ginebra. En octubre de 2021, elogió una asociación especialEnlace externo entre el emirato y la OMS para promover una “Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022 saludable y segura”.

Antes de que se hicieran grandes renovaciones en el complejo de la ONU conocido como el Palacio de las Naciones, el emirato dejó su huella en Ginebra. En 2019, un año antes de que Qatar se convirtiera en miembro del Consejo de Derechos Humanos, su ministro de Asuntos Exteriores inauguró una remodelación de la segunda sala de conferencias más grande del lugar, de 22 millones de dólares.

La oficina de prensa de la ONU en Ginebra informó a SWI swissinfo.ch que mediante una resoluciónEnlace externo de la Asamblea General en abril de este año para dar la bienvenida a Qatar como anfitrión de la Copa del Mundo por primera vez en la región, subrayó la “posición de larga data de la ONU de que los deportes son una herramienta importante para promover ciertos objetivos, especialmente en las áreas del desarrollo y la paz”. 

La resolución afirmaba que el torneo representaba un “punto de referencia de salud pública” para otros países que desean acoger eventos deportivos en el futuro, a través de “la promoción de la salud física y mental y el bienestar psicosocial”.

Qatar también encabezó sus propias iniciativas, como el Centro Internacional para la Seguridad en el Deporte (ICSS), registrado en Ginebra, y una rama del ICSS, la Alianza Global para la Integridad en el Deporte (SIGA).

Ambas han servido bien al emirato para ampliar su acceso a las instituciones internacionales a través de su pretendida función de defensor de la integridad y la transparencia en el deporte (ver historias paralelas). Al celebrar acuerdos con varias agencias y oficinas de la ONU, ambas organizaciones deportivas con sede en Suiza, han ganado reconocimiento y visibilidad, sobre todo en los comunicados de prensa de las partes involucradas.

También ha colaborado con Qatar en su propio programa de lucha contra la corrupción y la integridad otra organización, el Centro de Estado de Derecho y Lucha contra la Corrupción. ROLACC fue inaugurado en Ginebra en 2016 por su fundador, Ali Bin Fetais Al Marri, fiscal general de Qatar, que también fue Defensor Especial de la ONU para la Prevención de la Corrupción. La inauguración tuvo lugar en presencia de Michael Møller, antiguo director general de la ONU en Ginebra, y de Kofi Annan, el difunto secretario general de la ONU.  

Al Marri
El fiscal general de Catar, Ali Bin Fetais Al-Marri, en una rueda de prensa en Doha el 20 de junio de 2017. AFP

Con el apoyo de Qatar, ROLACC se asoció con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) para otorgar premios contra la corrupción. Qatar, a través de su emir, donó a la agencia con sede en Viena una escultura de una mano extendida hacia arriba que pretendía representar la lucha contra la impunidad. La misión de Qatar en la ONU dijo que otros premios ROLACC serán entregados en el emirato durante el mes de noviembre.

Después de que los medios de comunicación pusieran en duda el origen de los fondos utilizados por Al Marri para adquirir costosas propiedades en París y Ginebra, incluidas las oficinas de ROLACC registradas bajo una empresa suiza de su propiedad, además de una gran casa en Cologny, el periódico francés Le Journal du DimancheEnlace externo informó que Al Marri fue expulsado de su trabajo como fiscal jefe y que se enfrentó a cargos en Francia, incluso por blanqueo de capitales.  Los dos casos están en curso.

Durante una sesión de firmas en el Instituto de las Naciones Unidas para la Formación y la Investigación (UNITAR), en Ginebra, a principios de noviembre, Al Marri dijo a SWI swissinfo.chEnlace externo que “durante los últimos dos años de Covid-19”, el ROLACC ha estado operando desde Qatar. En respuesta a una pregunta sobre los cargos que se le imputan, dijo: “No tengo ni idea. Lucho contra la corrupción”.

Ninguna mención a los derechos humanos

El intento de Qatar de encubrir tanto el costo humano de los juegos como las acusaciones de corrupción relacionadas con la candidatura no está exento de polémica. Los grupos de derechos humanos han acusado al país de impulsar una agenda unilateral que difumina los abusos de los derechos humanos en el país.

Jens Sejer Andersen, director de la iniciativa danesa de transparencia deportiva Play the Game, que no quiso destacar a Qatar, está en desacuerdo con el uso de los deportes por parte de los regímenes autoritarios.

“Si nos fijamos en los valores que el deporte dice representar y promover, el deporte debería estar del lado de los valores democráticos”, afirma. “Esos valores tampoco deberían ponerse en manos de fuerzas siniestras”.

Que Qatar esté reciclando esos valores en su propio beneficio a través de canales formales e informales en Suiza es preocupante para algunos.

trabajadores en malas condiciones
El 17 de noviembre de 2013, Amnistía Internacional publicó un informe en el que denunciaba las lamentables condiciones de los trabajadores migrantes de la construcción en Qatar, mientras el país preparaba sus infraestructuras para la Copa Mundial de Fútbol de 2022. Keystone / Amnesty International/handout

“Suiza ha guardado silencio como siempre”, dice Pieth. “Es el lugar donde todo sucede y donde todo es tolerado”.

“[Al gobierno] no le importa ni un poco, y ni siquiera se da cuenta de lo que está pasando”, agrega. “Están siendo utilizados como una plataforma”.

Un portavoz de la misión suiza ante la ONU en Ginebra escribió a SWI swissinfo.ch “El Gobierno suizo está comprometido con el respeto de los derechos humanos en el deporte en general y en particular también para la Copa Mundial de la FIFA 2022 en Qatar”. El Gobierno “se ha comprometido desde hace más de diez años a mejorar las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores migrantes en Oriente Medio, incluido Qatar, mediante el apoyo a las reformas en los países del Golfo a través de organizaciones asociadas y en el diálogo directo con el Ministerio de Trabajo qatarí.”  

Y añadió que Suiza no cooperaba con ICSS, SIGA o ROLACC.

Más de 10 años después de la campaña de relaciones públicas de Qatar, es difícil determinar con precisión lo que el emirato ha logrado. Dentro del ecosistema internacional de Ginebra, las críticas al historial de derechos humanos de Qatar pueden estar algo atenuadas, y algunas organizaciones evitan condenar directamente a Qatar.

Un informe globalEnlace externo sobre el trabajo forzoso publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en septiembre afirmaba que el “progreso significativo” ha tenido un “impacto positivo” en cientos de miles de trabajadores inmigrantes en Qatar, tras la promulgación de las reformas a raíz de las negociaciones con la agencia de la ONU. 

trabajadores en el estadio
Trabajadores de la construcción en la parte superior del techo del estadio Al Janoub. La foto fue tomada durante un recorrido de los medios de comunicación en Doha, Qatar, 16 de diciembre de 2019. El estadio Al Janoub es el segundo de los ocho estadios construidos para la Copa Mundial de la FIFA 2022 en Qatar. Keystone

Al-Muftah, la embajadora qatarí, defiende el momento de las reformas, aunque rechaza que los cambios sean fruto de la presión externa: “La Copa del Mundo no fue la razón principal de las reformas laborales, pero sí aceleró la acción dentro de la OIT”, afirma la diplomática.

Ella insiste en que las reformas se mantendrán más allá del evento deportivo de este año. El informe de la OIT añade que muchos trabajadores siguen sin beneficiarse de estos cambios legales. Continúa el impago de salarios, las represalias de los empresarios contra el personal que desea cambiar de empleo y la dificultad para acceder a la justicia.

Como miembro actual del Consejo de Derechos Humanos, Qatar organizó un evento paralelo durante la sesión de septiembre para discutir los retos relacionados con los derechos humanos para los Países Menos Adelantados (PMAs), antes de una conferencia que se celebrará el próximo año en Doha.

Entre los asistentes se encontraba Rolf Traeger, jefe de la sección de PMAs de la UNCTAD, la oficina de la ONU para el comercio y el desarrollo. Rechazó cualquier contradicción de los abusos de los derechos de los trabajadores en Qatar con el apoyo internacional del gobierno.

“Qatar es un proveedor de empleo para muchos inmigrantes”, dijo Traeger. “Luego se pueden discutir las condiciones [para esos trabajadores en el emirato]”.

Mientras tanto, la oficina de derechos humanos de la ONU informó a SWI swissinfo.ch que desde la última visita de su Relator Especial sobre los derechos de los migrantes en 2013, Qatar no había respondido a las solicitudes de una visita de seguimiento este año. Las solicitudes de otros investigadoresEnlace externo de derechos humanos de la ONU para visitar el país e informar sobre todo tipo de cuestiones, desde la esclavitud hasta la libertad de religión, fueron aplazadas por el Estado o quedaron sin respuesta.  

Editado por Virginie Mangin/gw

Adaptado del inglés por Norma Domínguez

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moderado por Dominique Soguel

¿Qué habría que hacer para que los grandes eventos deportivos no perjudiquen los derechos humanos ni el medio ambiente?

¿Qué criterios deben tener en cuenta las organizaciones deportivas a la hora de elegir una sede para competiciones internacionales como la Copa del Mundo o los Juegos Olímpicos?

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*Este artículo se modificó el 17 de noviembre para proporcionar información adicional sobre el número de trabajadores migrantes que se cree que han muerto en Qatar.

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