El hombre fuerte de Kosovo acusado de tráfico de órganos
El Primer Ministro de Kosovo, Hashim Thaci, habría sido jefe de una organización de apariencia mafiosa en los últimos años 90, según señala un informe redactado por el suizo Dick Marty para el Consejo de Europa. Thaci estaría implicado en tráfico de órganos, órdenes de asesinatos y en otros delitos.
En el informe publicado este martes, el parlamentario del Consejo de Europa y consejero de Estado (senador) del Tesino -por el Partido Radical Democrático- revela sus averiguaciones. Los países occidentales habrían estado al tanto de esos delitos, pero los ignoraron. Por eso serían cómplices, dice el documento
Marty escribe en su informe que al terminar la guerra de Kosovo entre 1998 y 1999, el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) mantuvo prisiones secretas donde encarceló a serbios y kosovo-albaneses bajo condiciones ”inhumanas y denigrantes antes de, finalmente, desaparecerlos”.
Una clínica habría servido para extraer los órganos de los presos que luego serían vendidos en el mercado internacional y a clínicas extranjeras. Marty precisa que los jefes del UCK organizaron estas actividades con el crimen organizado y que “aún se hacen, de otra manera”.
El Partido Democrático de Thaci (PDK), ganador de las elecciones del pasado domingo, emitió un comunicado donde sostiene que las denuncias de Marty son “mentiras“ basadas en “hechos inventados y sin pruebas”. La finalidad del informe, dice, es perjudicar al UCK y a su líder.
Ya en abril de 2008, la ex fiscal suiza en el Tribunal Internacional de La Haya, Carla del Ponte, hizo referencia en sus memorias a un informe sobre el presunto tráfico de órganos por parte del Ejército de Liberación de Kosovo, UCK, cuyo jefe era Hashim Thaci. A raíz de ello fue criticada y el Ministerio suizo de Asuntos Exteriores prohibió a la entonces embajadora de Suiza en Argentina promocionar su libro.
La ex consejera nacional (diputada) por el Partido Social Demócrata Ruth-Gaby Vermont exigió entonces seguir las pistas señaladas por Del Ponte. swissinfo.ch conversó con Vermont en París, aprovechando su presencia en el jurado que elige el premio de derechos humanos del Consejo de Europa, y también lo hizo con Dick Marty.
swissinfo.ch: ¿Podría el Consejo de Europa poner en riesgo la estabilidad del joven Estado con las serias acusaciones a la dirigencia de Kosovo?
Ruth-Gaby Vermot: Conociendo como conozco a Dick Marty creo que en su informe ha escrito únicamente lo que puede probar. La cuestión de la estabilidad no puede desviar la vista un informe tan alarmante.
El ganador de las elecciones, el hombre fuerte Thaci saldrá seguramente debilitado. Él tiene que responder a estas denuncias. No se puede mantener la estabilidad de un Estado eludiendo las violaciones de los derechos humanos durante la guerra, y que aún continúan.
Hay que formular las acusaciones, Thaci debe asumir su responsabilidad y el Estado de Kosovo enfrentar estos reproches. Temo que esta situación sacuda verdaderamente a Kosovo.
swissinfo.ch: Suiza ha respaldado decididamente la independencia de Kosovo, ha sido uno de los primeros países que reconoció a ese Estado y ha contribuido financieramente. ¿Cerró Suiza los ojos ante las maquinaciones del UCK, de sus jefes, o no sabía nada?
R.G.V.: Sigo pensando que Suiza hizo bien reconociendo rápido a Kosovo. Había que apoyar a ese estado joven y necesitaba fondos para desarrollarse.
Siempre se supo que los Estados o las organizaciones de liberación participantes en la guerra lesionaban los derechos humanos. Pero sólo después del informe de Dick Marty sabemos lo espantoso de esos delitos. Ahora es oportuno empezar el examen, ahora se puede pedir cuentas al Estado.
swissinfo.ch: En 2008 se criticó de diversas partes a Carla del Ponte por su referencia a los delitos del UCK y fue contenida por la parte oficial. ¿Fue correcto?
R.G.V.: Nunca comprendí por qué se puso esa mordaza a Carla del Ponte. Yo siempre he abogado a favor de que se sigan esas pistas y que alguna otra persona lleve adelante aquellas investigaciones.
No fue correcto poner mordaza a Carla del Ponte, y eso lo vemos hoy con el informe de Dick Marty: mucho de lo que Carla del Ponte escribió entonces en su libro es cierto. Por eso me alegra el haber insistido en que se siguiera esas pistas.
swissinfo.ch: ¿Fortalecerá este nuevo informe del Consejo de Europa la posición de Serbia?
R.G.V.: No creo que Serbia saque provecho porque en Kosovo pasaron cosas espantosas. Los crímenes de guerra cometidos por Serbia no han sido todavía juzgados. No creo que a nadie alegre si le va mal a Kosovo, o que Kosovo sea acusada.
Ahora se necesita cortes donde se juzguen, hace falta organizaciones defensoras de derechos humanos que participen en ese proceso de examen de manera que el esclarecimiento sea total y se castigue debidamente a los culpables. La impunidad es lo peor en un país que pasarle a un país asolado por la guerra.
Suiza reconoció a Kosovo como Estado sólo diez días después de su Declaración de Independencia del 17 de febrero de 2008.
Ya en 2005 fue uno de los primeros países que se proncunció a favor de la independencia de ese país.
El alto número de kosovares residentes en Suiza –unos 170.000 en la actualidad-, contribuyó al rápido reconocimiento de Suiza a Kosovo.
En el marco de su política de paz, Suiza se empeña por los derechos de las minorías y la reconciliación entre los albaneses y serbios que viven allí.
Suiza la apoya también en el saneamiento de su infraestructura, por ejemplo en el abastecimiento de agua y energía, y fomenta proyectos de formación profesional y de agricultura.
Ayuda bilateral según datos de la Secretaria de Estado de Economía
2008: 51,4 Mio. Fr.
2009: 47,6 Mio. Fr.
Las inversiones privadas en Kosovo son modestas hasta ahora. En 2008 llegaron a sólo 26 millones de francos, según la Seco.
Aparte de ello, Berna respalda también con algunos expertos en la Misión de la Eu (EULEX).
En el campo militar Suiza está presente desde 1999 con la fuerza swisscoy, incorporada en la fuerza multinacional de paz KFOR de la OTAN. Swisscoy cuenta actualmente con 200 soldados.
Las actividades investigadas por Dick Marty y luego presentadas en su informe al Consejo de Europa habrían tenido lugar desde antes del mes de junio de 1999, inmediatamente después de la guerra de Kosovo (marzo – junio 1999) hasta el verano del 2000.
En ese lapso los aviones de la OTAN bombardearon Serbia y el combate en suelo quedó a cargo del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) cuyo jefe era Hashim Thaci.
Tras el final de la guerra, el UCK habría aprovechado el caos en Kosovo y en el norte de Albania para crear sus estructuras mafiosas. Los serbios habían partido y recién se formaba la fuerza internacional de paz KFOR.
Con la colaboración de Laureline Duvillard y Stefania Summermatter. Traducción, Juan Espinoza
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