
Polonia introduce controles fronterizos con Alemania y Lituania para atajar la inmigración

Polonia introdujo la madrugada del lunes controles fronterizos temporales con Alemania y Lituania en un intento por reducir la inmigración ilegal, pero aseguró que los levantará cuando Berlín haga lo mismo.
«Tomamos esta decisión para combatir la inmigración ilegal», declaró el domingo por la noche Tomasz Siemoniak, ministro polaco de Interior, que aseguró que no estaba dirigida a ciudadanos de otros países de la Unión Europea.
En total fueron instalados 52 puestos de control en la frontera con Alemania y 13 en la frontera con Lituania durante un período de 30 días renovables.
En principio tales controles en las fronteras internas están prohibidos dentro del espacio Schengen de libre circulación –del que forman parte los tres países– pero en caso de amenazas para el orden público o a la seguridad, es posible implementar estas medidas de forma temporal.
Los nuevos controles son una respuesta al creciente sentimiento antinmigración a ambos lados de la frontera.
Según Polonia, cientos de inmigrantes, en su mayoría procedentes de Oriente Medio, cruzan cada mes los países bálticos desde Bielorrusia y, posteriormente, atraviesan Polonia para llegar a Alemania.
Además, Polonia acusa a Alemania de devolver a su territorio a los migrantes irregulares que consigue interceptar.
La cuestión se ha convertido en un tema especialmente delicado en la política doméstica polaca y ha provocado tensiones con Alemania, que introdujo controles fronterizos con Polonia en 2023.
«Si Alemania levanta sus controles, nosotros tampoco tardaremos mucho», declaró Siemoniak el lunes en una entrevista a cuatro agencias de noticias, entre ellas AFP, pidiendo que los «problemas de inmigración ilegal» se resuelvan «en las fronteras exteriores de la Unión».
Por su parte, el ministro alemán del Interior, Alexander Dobrindt, consideró en un comunicado que el «control en las fronteras es una medida temporal pero actualmente necesaria» e indicó que «los gobiernos polaco y alemán actúan en estrecha colaboración».
La inmigración ocupó un lugar central en las elecciones presidenciales celebradas en junio en Polonia, en las que el nacionalista Karol Nawrocki -que se presentó con el lema «Polonia primero, los polacos primero»- derrotó por un estrecho margen al candidato respaldado por el primer ministro proeuropeo Donald Tusk.
El gobierno del primer ministro Tusk intenta ahora desmarcarse de sus rivales endureciendo su política migratoria.
bur-dt/jhb/meb/hgs/mb