
Ponen en libertad bajo vigilancia a un rapero togolés detenido por inicitar a la revuelta
Nairobi, 20 sep (EFE).- El rapero togolés conocido artísticamente como Aamron, cuyo verdadero nombre es Narcisse Essowè Tchalla, muy crítico con el Gobierno encabezado por Faure Gnassingbé, fue puesto en libertad anoche tras ser detenido este viernes por «incitación a la violencia», confirmó su abogado.
Según declaraciones de su letrado que recogen medios locales, el artista, que fue puesto bajo control judicial, está acusado de una serie de delitos incluyendo «alteración agravada del orden público, incitación al levantamiento popular e incitación del Ejército a la revuelta».
Este viernes, la Asociación de Víctimas de la Tortura de Togo (ASVITTO) informó a través de la red social X sobre la detención por parte de la Dirección Central de la Policía Judicial (DCPJ) del rapero, que es cercano al Movimiento del 6 de Junio (M66), un colectivo que exige la renuncia del jefe del Gobierno.
Su arresto se produjo días después de la detención de la exministra togolesa de Defensa Margueritte Gnakade, quien también se ha mostrado muy crítica con el Gobierno y, junto con Aamron, apoyó las protestas organizadas el pasado junio por el M66, que dejaron al menos siete muertos y decenas de heridos por la represión policial.
El rapero ya había sido arrestado el 26 de mayo pasado y trasladado a un hospital psiquiátrico. Después de su liberación al cabo de un mes, presentó una denuncia por tratos inhumanos y degradantes durante su detención.
«El Gobierno ha perdido la compostura y está utilizando una estrategia de terror para silenciar las voces disidentes», lamentó la ASVITTO.
Las movilizaciones de junio fueron convocadas para oponerse al nombramiento en mayo de Gnassingbé -hasta entonces jefe del Estado- como presidente del Consejo de Ministros, un nuevo cargo establecido en la Constitución promulgada por él en 2024, después de que Togo abandonase el sistema presidencialista y adoptase el parlamentario.
Este cargo no tiene límite de mandato y viene a ser en la práctica el de jefe del Gobierno, mientras el nuevo presidente -jefe de Estado- tiene una función meramente representativa y honorífica.
El cambio fue criticado y rechazado por la oposición, al ser visto como una operación para permitir a Gnassingbé alargar su tiempo en el poder.
La familia de Gnassingbé, de 59 años, gobierna esta nación de África occidental desde 1967. EFE
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