
Presidente de Nigeria suspende al titular de la Corte Suprema

El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, en liza para su reelección el 16 de febrero, suspendió el viernes al presidente de la Corte Suprema luego de una larga polémica sobre el juicio en su contra por corrupción, que la oposición considera inconstitucional.
«El presidente @MBuhari suspende a Walter Samuel Nkanu Onnoghen de su cargo como el mayor magistrado del país y nombra a Ibrahim Tanko Muhammad» como presidente «interino» de la Corte Suprema, anunció Bashir Ahmad, uno de los portavoz de la presidencia, en Twitter.
Ibrahim Tanko Muhammad es oriundo del norte, como el presidente Buhari, a quien sus detractores acusan de favorecer a los musulmanes de su región para acceder a puestos clave en el país y de apartar a los opositores políticos en nombre de su lucha contra la corrupción.
El portavoz de la presidencia subrayó que el presidente tomó la decisión «por orden del Tribunal del conducta», un tribunal creado especialmente para juzgar temas éticos.
Onnoghen está siendo investigado por el tribunal desde hace unos diez días por no haber declarado cuentas bancarias en dólares, euros y libras esterlinas.
Este caso es muy seguido en Nigeria, a menos de un mes de las elecciones generales.
Para la oposición, esta suspensión «es un acto digno de una dictadura».
«La suspensión del presidente de la Corte Suprema de Nigeria, Onnoghen, por el presidente Buhari, es un acto digno de una dictadura (…), antidemocrático», reaccionó Atiku Abubakar, principal opositor al presidente, en un comunicado.
Abubakar, candidato a la elección presidencial por el Partido Popular Democrático (PDP) y ex vicepresidente de Olusegun Obasanjo (1999 a 2007), estimó que «este acto desvergonzado es el último de una violación constante de nuestra democracia».
Ante la polémica, el presidente justificó su decisión afirmando en un comunicado que «el gobierno no está satisfecho por la cantidad alarmante de juicios que, bajo la dirección del juez Walter Onnoghen, llevaron a la liberación de personas acusadas de los actos de corrupción más graves».
Muhammadu Buhari es candidato a un segundo mandato. Su actual gestión es fuertemente criticada por los resultados económicos y de seguridad.
Buhari, ex general, dirigió el país en 1983 durante las dictaduras militares y en 2015 fue elegido presidente con la promesa de erradicar la corrupción, ese «cáncer» que gangrena el primer productor de petróleo del continente africano.
Pero se le acusa de aprovechar esta guerra contra la corrupción para deshacerse de la oposición.