
Primer ministro eslovaco pide que se juzgue a la oposición por el atentado que sufrió
Praga, 10 jul (EFE).- El primer ministro de Eslovaquia, el populista Robert Fico, pidió este jueves que la oposición política se siente también en el banquillo en el juicio contra el agresor que supuestamente atentó contra la vida del mandatario en mayo del 2024, al considerar que fue quien alentó el ataque.
«Sería justo y razonable que en la sala del juicio y sin denuncia se sentaran junto al agresor todos aquellos que lo construyeron», dijo Fico en un vídeo publicado en su perfil de Facebook.
Fico fue tiroteado en mayo de 2024, tras un consejo de ministros, y estuvo al borde de la muerte durante semanas.
El atacante, Juraj Cintula, un jubilado de 72 años, es el único acusado en el juicio que comenzó el pasado martes en el Tribunal Especializado de Banská Bystrica, acusado de terrorismo contra una persona protegida, con el agravante de haber usado un arma de fuego, lo que puede acarrearle una condena de cadena perpetua.
«El agresor es un producto del odio de la oposición, es la prolongación de su brazo, es la herramienta con gatillo que accionó la oposición», afirmó ahora el jefe del Gobierno, que mencionó vínculos de Cintula con la formación extraparlamentaria liberal conservadora Demócratas, liderada por el exministro de Defensa, Jaroslav Naď.
A pesar de ello, Fico cree que el juez «no va a dedicarse a ver la complicidad de la oposición en el atentado, porque no hay ninguna prueba».
El primer ministro, que no va a personarse en el juicio ni prestar declaración adicional, señaló que existen «pruebas irrefutables» de que el agresor conocía a representantes de la oposición, ante todo del partido Demócratas y que «gritaba eslóganes de las protestas de la oposición».
Fico y su coalición de populistas de izquierdas, socialdemócratas y ultranacionalistas han sido muy criticados por la oposición por medidas como haber desmantelado la Fiscalía Anticorrupción, que investigaba a colaboradores suyos; haber puesto a la radiotelevisión pública bajo control del Ejecutivo; y por lo que considera una purga de altos cargos críticos con el Gobierno en la Policía, la judicatura y la cultura.EFE
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