
Ruanda conmemora el genocidio de 1994 con críticas a las sanciones por el conflicto en RDC
Kigali, 7 abr (EFE).- Ruanda conmemoró este lunes el trigésimo primer aniversario del genocidio de 1994 en el que más de 800.000 tutsis y hutus moderados fueron asesinados, en una ceremonia en la que el presidente ruandés, Paul Kagame, condenó las sanciones impuestas al país por su implicación en el conflicto del este de la República Democrática del Congo (RDC).
«Lo que no nos mató ni nos destruyó hace 31 años, nos ha fortalecido y preparado para las adversidades que siempre pueden presentarse. No moriremos sin luchar, como ocurrió la última vez», declaró Kagame durante el acto nacional de conmemoración, celebrado en el Monumento del Genocidio de Kigali.
El mandatario ruandés, acompañado por la primera dama, Jeannette Kagame, rindió homenaje a las víctimas y depositó una corona de flores en el lugar donde reposan los restos de más de 250.000 personas y encendió la ‘llama del recuerdo’, que arderá durante los próximos cien días.
Durante su discurso, Kagame se dirigió a los países que han impuesto o amenazan con imponer sanciones a Ruanda por el conflicto del este de la RDC, que escaló a finales de enero con la intensificación de la ofensiva del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), respaldado por Kigali, según la ONU.
«A los que dicen que nos sancionan, les digo a la cara que se vayan al infierno. Simplemente váyanse al infierno», aseveró.
«No me preocupa el poder que tengan esas personas, me preocupa una sola cosa, que ha perdurado durante siglos: los ruandeses y africanos que se quedan de brazos cruzados y no ven nada malo en aceptar ser tratados así (…). No debemos aceptarlo, debemos levantarnos y luchar por nosotros mismos», agregó el mandatario ruandés.
Entre los países que han impuesto sanciones a Ruanda se encuentra Bélgica -con quien el país rompió relaciones diplomáticas-, la Unión Europea (UE) o el Reino Unido, cuyo Gobierno le suspendió temporalmente la ayuda directa.
«Por mi cordura y la de mi país, a veces tenemos que hacer las cosas de otra manera, lo que significa que (…) si quieren que seamos socios, estaremos encantados de desempeñar nuestro papel y pueden estar seguros de que encontrarán en nosotros un socio fiable, independientemente de lo que pensemos de ustedes», dijo Kagame.
Como parte de la conmemoración, por la tarde se celebrará un emotivo recorrido en Kigali para rendir homenaje a las víctimas del genocidio y sensibilizar sobre su impacto en el país y su población.
Por la noche, se celebrará una vigilia en la que los participantes compartirán testimonios, cantarán y recordarán a aquellos que perdieron la vida.
Desde finales del siglo XIX, el Gobierno colonial alemán y más tarde el belga separaron a la población de Ruanda en dos grupos cerrados: los tutsis, que representaban al 14 % de la población, y la mayoría hutu.
Las tensiones entre esos dos grupos, que dependiendo de cada momento de su historia tuvieron más o menos privilegios gracias a la marginación o explotación del otro, originaron una guerra civil entre el Gobierno prohutu ruandés y los rebeldes del Frente Patriótico Ruandés (FPR).
La noche del 6 de abril de 1994, el derribo del avión en el que viajaban los entonces presidentes de Ruanda, Juvénal Habyarimana, y de Burundi, Cyprien Ntaryamira, ambos hutus, supuso el detonante del genocidio contra los tutsis, que dejó al menos 800.000 muertos en unos cien días.
El genocidio fue una de las peores matanzas étnicas de la historia reciente de la humanidad. EFE
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