Siria cierra un «capítulo trágico» con desmantelamiento del campo de desplazados de Rukban
El Cairo, 7 jun (EFE).- El ministro sirio de Información, Hamza Al Mustafa, afirmó este sábado que con el desmantelamiento del campamento de Rukban y el regreso de los desplazados, se cierra un «capítulo trágico y triste» de la historia del desplazamiento creado por «la maquinaria de guerra del antiguo régimen» del presidente Bachar Al Asad.
«El campamento de Rukban no era solo un campamento, sino un triángulo de muerte que fue testigo de la crueldad del asedio y la hambruna, cuando el régimen abandonó a la gente a que afrontara un doloroso destino en el árido desierto», afirmó el ministro en su cuenta de X.
Este campamento se encuentra en una zona desértica en la frontera entre Siria, Jordania e Irak, cerca de la base militar de Al Tanf, controlada por Estados Unidos, y llegó a albergar hasta 75.000 personas que huían de los combates durante la guerra civil siria, que estalló en 2011.
Al Mustafa explicó que el fin del campamento de Rukban representa «el inicio de un nuevo camino para desmantelar los demás campamentos», lo que sucederá «con el apoyo del Estado, hasta que cada persona desplazada regrese a su hogar».
El ministro sirio añadió que «con cada paso hacia el retorno, una gran esperanza se abre paso entre las arenas del dolor en los corazones de los sirios, junto con su determinación de hacer lo imposible para construir una nueva patria que acoja a todos».
El campamento de Rukban se estableció en 2014, durante los primeros años de la guerra civil siria, tras la represión de las protestas prodemocráticas por parte del régimen de Al Asad, y se creó como refugio improvisado y temporal para civiles sirios que huían de los combates en numerosas provincias, especialmente Homs.
Naciones Unidas denunció en numerosas ocasiones que las condiciones de vida eran inhumanas y se vieron afectadas por la difícil e irregular entrada de ayuda humanitaria, que siempre fue compleja por su ubicación y por las condiciones de seguridad en la zona. EFE
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