Sudáfrica despide a Lindani Myeni, muerto en Hawai a manos de la policía

Johannesburgo, 6 may (EFE).- Familia, allegados y representantes de instituciones locales despidieron hoy en Sudáfrica en un emotivo funeral a Lindani Myeni, un sudafricano de 29 años que murió en abril pasado en Hawai (EEUU), en un incidente con la policía que su país interpreta como un acto de brutalidad policial racista.

La ceremonia tuvo lugar en el Club de Rugby Empangeni, ubicado en la localidad homónima en el este de Sudáfrica, donde Myeni solía jugar a ese deporte antes de mudarse a la isla de Honolulu con su esposa (estadounidense) y sus dos hijos.

«Los que tomaron la vida de Lindani quieren que creamos que era un criminal y un hombre violento, pero los que lo conocieron íntimamente cuentan historias de un hombre de voz suave, de un gigante amable que siempre era considerado y compasivo», señaló en el funeral el jefe de Gobierno de la provincia sudafricana de Kwazulu-Natal, Sihle Zikalala.

«No hizo daño a nadie y su vida fue tomada cruelmente como si fuera un animal cazado», recalcó el político.

En términos similares se refirieron al fallecido su familia y amigos, quienes rechazan rotundamente las explicaciones de la Policía de Hawai sobre la noche en la que Myeni acabó recibiendo cuatro disparos tras responder a una llamada de alerta por un presunto «robo en curso».

«Era un hombre educado y fuerte», describió su abuela, Ntombifuthi Xaki.

La muerte de Myeni, ocurrida la noche del 14 de abril, ha causado una gran indignación entre la sociedad sudafricana, que ve el suceso como una negligencia policial espoleada por motivos raciales, en la misma línea de incidentes de brutalidad contra la que protesta en Estados Unidos el movimiento Black Lives Matter («Las vidas negras importan»).

De acuerdo a los informes policiales, la noche de la muerte de Myeni estaba intentando entrar en una casa, su comportamiento era errático y atacó a los agentes, hiriendo a tres de ellos.

La familia, sin embargo, asegura que Myeni estaba buscando un templo que se encontraba al lado de la casa (un alojamiento turístico) en la que presuntamente quiso robar.

En las imágenes de las cámaras de la policía, se oye a una persona muy nerviosa dirigiendo a los agentes hacia Myeni, quien de pronto se ve rodeado y apuntado con potentes linternas.

Los policías, que no se identifican como tal, le gritan que se tire al suelo, pero el sudafricano carga contra los agentes de forma violenta hasta que estos le reducen y le disparan.

El audio de la llamada apunta, además, a que la persona que avisó a los agentes había intercambiado palabras con Myeni antes, ya que en la entrecortada conversación se informa a la policía de que la persona a la que se acusa es sudafricano.

Para la familia, la reacción de Myeni al atacar a los agentes es la de un ciudadano normal de Sudáfrica -país con altos niveles de criminalidad- al verse rodeado por desconocidos. EFE

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