
Talibanes movilizan a su red diplomática para obtener ayuda internacional tras terremoto
Asadabad (Afganistán), 3 sep (EFE).- El ministro de Asuntos Exteriores de Afganistán, Amir Khan Muttaqi, pidió este miércoles a sus misiones diplomáticas que «redoblen esfuerzos» para conseguir ayuda internacional tras el terremoto del pasado domingo, que dejó más de 1.400 muertos y 3.100 heridos.
Muttaqi «sostuvo conversaciones con las representaciones políticas afganas en el extranjero sobre la asistencia destinada a los ciudadanos afectados por el reciente terremoto en la provincia de Kunar y regiones vecinas», dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores de facto en un comunicado publicado en su perfil de la red social X.
«El ministro instruyó a todas las misiones diplomáticas afganas a proporcionar información sobre la situación posterior al terremoto a los funcionarios gubernamentales, organizaciones benéficas y personas solidarias» en los países donde tienen presencia, indicó.
Entre los asistentes a la reunión telemática con el ministro Muttaqi figuran representantes diplomáticos en Rusia, China, Iraq, Catar o Kazajistán, según imágenes compartidas por el Ministerio de Asuntos Exteriores talibán.
Muttaqi pidió a los representantes diplomáticos que «redoblen esfuerzos para facilitar la entrega de ayuda, proveer los recursos necesarios y asegurar una gestión eficaz de la asistencia humanitaria».
Según cifras oficiales, más de 5.400 viviendas han quedado destruidas en las provincias de Kunar, Nangarhar, Laghman, Nuristán y Panjshir, donde cientos de familias malviven en carpas improvisadas, con médicos voluntarios atendiendo a los heridos y carreteras aún bloqueadas que dificultan la llegada de socorro.
En las zonas más afectadas, la situación continúa siendo muy difícil debido a los cortes de carreteras que quedaron bloqueadas, las réplicas constantes, algunas de magnitud superior a 5,0, y a las dificultades de acceso de la ayuda internacional.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) inició el lunes la distribución de víveres y galletas energéticas en Kunar y Nangarhar, recordando que muchas de las comunidades afectadas ya se encontraban en una situación vulnerable antes del seísmo. EFE
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