Termina huelga de trabajadores bananeros en Panamá tras acuerdo sobre pensiones
Los trabajadores de la bananera estadounidense Chiquita Brands en Panamá levantaron el miércoles sus protestas y bloqueos de rutas tras haber alcanzado un acuerdo sobre las pensiones.
Los empleados de Chiquita se declararon en huelga el 28 de abril y desde entonces cortaron carreteras en la provincia caribeña de Bocas del Toro, fronteriza con Costa Rica, luego de una reforma de las pensiones que eliminó algunos de los beneficios que tenían.
El banano representó el 17,5% de las exportaciones panameñas durante el primer trimestre de este año, según el Ministerio de Comercio e Industrias.
Con más de 100.000 habitantes, Bocas del Toro es una región que vive principalmente del turismo y la producción de banano, primer producto de exportación del país centroamericano desde el cierre de una mina de cobre en 2023 por orden judicial.
Los sindicatos «se comprometen a levantar de manera permanente las medidas de cierre de las vías públicas y garantizar el libre tránsito en la provincia de Bocas del Toro de manera inmediata», dijo la presidenta de la Asamblea Nacional, Dana Castañeda, al leer un acuerdo alcanzado tras dos días de negociaciones.
Por su parte, la junta directiva de la Asamblea y los jefes de las bancadas se comprometieron a aprobar un proyecto de ley, apoyado por el gobierno derechista de José Raúl Mulino, que permita jubilaciones anticipadas y otros beneficios para los empleados.
«Los trabajadores del banano están expuestos a factores de riesgo crónico, como el contacto diario de agroquímicos, posturas forzadas, climas extremos y tareas repetitivas, que acelera el deterioro de la salud y su capacidad productiva», justificó poco después la ministra de Trabajo, Jackeline Muñoz, al presentar la nueva normativa en la Asamblea.
El presidente Mulino se había comprometido a presentar un proyecto de ley para restituir los beneficios a los trabajadores si terminaban los bloqueos de carreteras.
– Incertidumbre para trabajadores despedidos-
El acuerdo firmado entre los sindicatos y los diputados también establece que Castañeda «establecerá comunicación» con Chiquita «para conocer el estatus actual y futura proyección de la empresa y sus trabajadores».
La bananera estadounidense comunicó a la AFP que no hará comentarios «por el momento».
Debido a la huelga, la compañía cesó sus operaciones y despidió a más de 6.500 obreros. La empresa indicó hace dos semanas que las protestas le generaron más de 75 millones de dólares en pérdidas, cifra que algunos medios locales elevan a más de 100 millones.
Fuentes vinculadas a las negociaciones dijeron a la AFP que los sindicatos también buscan acuerdos con la empresa y el gobierno panameño para el reintegro de los trabajadores despedidos.
La ministra Muñoz aseguró hace unos días que ya «no queda ni un solo trabajador de toda la planilla» de Chiquita.
El presidente de la Cámara de Comercio de Bocas del Toro, Aris Pimentel, manifestó a la AFP que «es bien difícil» que la bananera quiera reactivar sus operaciones a corto plazo tras las protestas.
El gobierno «tendrá que hacerle frente a parte de esas pérdidas que ha tenido esta compañía para que ella quizás valore el hecho de querer retornar», añadió Pimentel.
– «Que haya paz»-
El líder de los sindicatos, Francisco Smith, manifestó que los trabajadores abrirán las vías «para que haya paz» en Changuinola, la localidad de Bocas del Toro donde está la planta de Chiquita.
Smith agregó que se espera que la nueva ley entre en vigencia «entre el viernes y el sábado». «Va a beneficiar a muchos trabajadores bananeros», indicó.
La huelga, declarada ilegal por un tribunal laboral, afectó todas las actividades de Bocas del Toro. Pimentel cuantificó las pérdidas en «varios cientos de millones» en toda la provincia, donde más de 20.000 personas dependen de la actividad alrededor del banano.
El acuerdo «es un gran paso» porque la situación «era muy complicada», pero el camino de la recuperación aún es «largo», remató Pimentel.
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