Uganda y Ruanda avanzan en la normalización de sus relaciones bilaterales
Nairobi, 25 abr (EFE).- El presidente ruandés, Paul Kagame, visitó en Kampala a su homólogo ugandés, Yoweri Museveni, y ambos líderes hablaron sobre la seguridad en la región en una reunión que supone un paso más hacia la normalización de relaciones entre ambos países, confirmaron las autoridades ugandesas.
«Los dos líderes mantuvieron hoy una reunión bilateral sobre una serie de temas», incluyendo la seguridad regional y la estabilidad, especialmente respecto a la situación de la República Democrática del Congo (RDC), señaló el Gobierno ugandés en un comunicado difundido a última hora de ayer tras el encuentro y recogido hoy por medios locales.
Kagame viajó este domingo a Kampala tras ser invitado a la celebración del cumpleaños del hijo de Museveni y teniente general Muhoozi Kainerugaba, comandante de las Fuerzas Terrestres del Ejército ugandés, que ha jugado un rol importante en el deshielo de las relaciones entre ambos países al reunirse el pasado enero con el presidente ruandés en Kigali.
«Tenemos que insistir en trabajar todos juntos porque estas personas han sufrido mucho. Le dije al presidente Kenyatta que si no trabajamos como región, Congo puede acabar como Sudán», dijo Museveni según el comunicado.
Museveni hacía referencia al presidente keniano, Uhuru Kenyatta, que presidió esta semana una cumbre en Nairobi con cuatro de los seis países que conforman la Comunidad del Este de África (EAC): RDC, Burundi, Uganda, Ruanda y Kenia.
Después de esa reunión centrada en la inseguridad en la RDC -país que se incorporó al bloque en marzo-, se iniciaron en la capital keniana conversaciones entre el Gobierno congoleño y los rebeldes del grupo M23, cuyos combates con el Ejército de la RDC se reavivaron desde el pasado 28 de marzo en la nororiental provincia de Kivu del Norte.
Este encuentro entre Kagame y Museveni supone la primera visita del presidente ruandés a Uganda desde 2018 y señala un paso más en la reparación de las relaciones diplomáticas entre ambos países, deterioradas durante los últimos años por acusaciones cruzadas.
En el marco de ese acercamiento y después del envío a Kigali de diferentes emisarios del Ejecutivo ugandés, Ruanda reabrió el pasado 31 de enero su principal puesto fronterizo terrestre con Uganda tras tres años de inactividad.
Asimismo, a principios de abril, el Gobierno ugandés anunció la deportación a Ruanda de un destacado disidente miembro del opositor Congreso Nacional de Ruanda (RNC, en inglés), que Kigali considera un grupo terrorista.
Las tensión entre Kagame y Museveni se desató en 2017, cuando Ruanda acusó a Uganda de acoger y apoyar a grupos opuestos al Ejecutivo ruandés, incluyendo el RNC.
Ruanda denunció también las detenciones arbitrarias y extrajudiciales y la tortura de ruandeses por parte de los servicios de espionaje ugandeses, mientras Uganda acusó a la nación vecina de infiltrarse en su policía.
Ambos países denunciaron además problemas en el comercio a través de la frontera común, lo que acabó provocando el cierre del paso fronterizo de Gatuna en febrero de 2019, con graves consecuencias económicas para las comunidades locales.
Museveni y Kagame iniciaron el deshielo en agosto de 2019, con la firma de un memorando de entendimiento en Angola, que incluía el compromiso de retomar la actividad fronteriza, algo que se materializó finalmente el pasado enero, más de dos años después.
La complicada relación entre ambos mandatarios se remonta a su juventud -cuando Kagame apoyó a Museveni en el conflicto armado que lo llevaría finalmente al poder- y se ha deteriorado con los años, sobre todo desde la implicación de ambos países en la segunda guerra de la RDC (1998-2003). EFE
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