Víctimas de Almasri celebran su detención pero critican la gestión del Gobierno italiano
Roma, 5 nov (EFE).- Algunos de los inmigrantes que fueron víctimas del libio Osama Najum Almasri, detenido hoy en su país y buscado por la Corte Penal Internacional por sus crímenes, residen actualmente en Italia y han recibido con «alivio» su arresto, aunque con críticas al Gobierno de Giorgia Meloni por su liberación hace un año.
«Hay muchos sentimientos encontrados, pero esto es una enorme victoria, y, al mismo tiempo, una enorme vergüenza para el Gobierno italiano», dijo a EFE una de las víctimas de Almasri y portavoz de la organización Refugiados en Libia, David Yambio.
También criticó que las autoridades italianas «lograran arrestar a Almasri solo para dejarlo escapar», aunque celebró que su detención en Libia envía un mensaje «contundente» a las milicias libias: «Ningún crimen quedará impune».
Yambio, que conoció al criminal libio en 2019 huyendo de su país natal, Sudán, fue capturado a punta de pistola en el mar, devuelto a Libia y llevado a un campo de detención para refugiados.
«Fui torturado. Soy testigo y víctima de los numerosos crímenes que cometió contra la humanidad», lamentó, al pedir a las autoridades libias que intenten «hacer valer el Estado de derecho y llevar a Almasri a juicio».
Por su parte, la abogada Angela Bitonti, que representa a una víctima marfileña residente en Italia, explicó a EFE que su defendida, al conocer la noticia, «por fin ha podido respirar aliviada».
«Sobre todo porque las víctimas de Almasri, sin la entrega del criminal, han permanecido durante mucho tiempo, hasta hoy mismo, en peligro, ya que son testigos de crímenes de lesa humanidad», recalcó, al añadir que «todo lo ocurrido en estos meses» ha afectado «profundamente» a su representada.
Pero, en línea con Yambio, lamentó que le deja con un «sabor amargo» que no haya sido el Estado italiano «el que entregara al torturador a la Corte Penal Internacional».
Varias organizaciones reaccionaron a la detención de Almasri con agrado, como Sea Watch, que manifestó que es «solo un primer paso hacia la justicia para las numerosas víctimas y sobrevivientes de sus crímenes».
Mientras que Refugiados de Libia se mostró crítica con el Ejecutivo de Meloni: «Imaginen, queridos italianos, un estado dirigido por milicias que hoy hace cumplir la ley nacional e internacional, mientras que su gobierno -que lo arrestó- luego lo liberó».
La detención este miércoles de Almasri también ha levantado una polémica en el plano político y la oposición ha acusado al Gobierno de «ridículo» y «vergüenza nacional».
La CPI emitió el pasado 18 de enero una orden de arresto contra Al Masri, «acusado de crímenes contra la humanidad y de guerra, incluidas muerte, torturas, violaciones y violencia sexual» durante su cargo como responsable de las instalaciones penitenciarias de capital libia donde miles de personas estuvieron detenidas.
El acusado fue detenido el 19 de enero por las autoridades italianas que, en vez de entregarlo a la CPI, lo repatrió a Libia «sin previo aviso ni consulta a la Corte», ante lo que esta pidió explicaciones a Roma. EFE
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