Los mártires no obstruyen el agua

Faton Frangu, director del establecimiento hídrico de Ferizaj. swissinfo.ch

Llevar agua potable a las casas de decenas de miles de familias y contribuir a la cohabitación pacífica entre la comunidad albanesa y otras minorías es una de las prioridades de la cooperación suiza en Kosovo.

El director del establecimiento hídrico de Ferizaj, al oeste de Pristina, está convencido: “El agua que emerge de nuestra planta es la mejor de los Balcanes”.

Para respaldar sus consideraciones, Faton Frangu muestra fotografías de la infraestructura tomadas antes y después de la intervención helvética para mejorarlas: la vieja tubería de los años 60 enmohecida fue sustituida por modernos conductos y la pérdida de agua al interior del sistema de depuración ahora se ha vuelto cosa del pasado.

“Hasta hace algunos años ese aprovisionamiento hídrico constituía un grave problema: no podíamos garantizar la calidad del agua que distribuíamos en la ciudad”, recuerda. “Actualmente disponemos de los instrumentos necesarios para analizar todos los parámetros requeridos para ofrecer un producto seguro”.

Contribución de 10 millones de francos

Implementar el proyecto financiado por Suiza –la Secretaría de Estado de Economía helvética contribuyó con más de 10 millones de francos- no fue tarea fácil. Entre las múltiples dificultades se encontraron los obstáculos culturales: “Una familia no quería que la nueva canalización fuera enterrada al lado de la antigua, ya existente en su terreno”, comenta Tiziano Balmelli, de la Embajada Suiza en Kosovo.

“Como se trataba de los padres de un combatiente albanés muerto durante el conflicto contra el ejército serbio y considerado un mártir, la municipalidad local dudaba en aplicar la ley. En cambio, había propuesto un nuevo trazado de la tubería, más largo y costoso, atravesando la propiedad de otros vecinos”.

Un cambio inaceptable para la cooperación helvética, para la que el respeto de las leyes y el uso racional y eficiente de los recursos representan un principio irrenunciable. “No cedimos y gracias a la intervención del gobierno central, la situación se resolvió: ahora decenas de miles de personas pueden beneficiarse de agua limpia”, subraya Balmelli.

El país de los negocios del lavado de autos

Gracias a la rehabilitación de la planta de Ferizaj y a la ampliación de la red de distribución hídrica, los residentes de la zona reciben 150 litros de agua pura al día. El doble, con respecto al suministro pasado.

No obstante, observa Faton Frangu, la pérdida del agua en la ciudad aún es significativa. Más de la mitad del agua distribuida no llega a su destino. “En algunos puntos la tubería aún no ha sido renovada; hay varias conexiones ilegales”.

En un país confrontado a la escasez de recursos hídricos y a los problemas de salud causados por el uso de agua sucia extraída de pozos, es desconcertante notar que entre las actividades comerciales más difundidas se encuentra la de los negocios del lavado de automóviles. Según algunas estimaciones, los “auto larje” representan el 5% de las empresas kosovares: los automóviles deben estar siempre impecables. Se trata de un símbolo de estatus.

“Es una costumbre insensata presente no sólo en Kosovo, sino en casi todos los Balcanes”, aduce el vicedirector de la oficina de la cooperación helvética en Pristina, Mirko Manoni. “Desgraciadamente no existe hasta el momento tentativa alguna para intervenir al respecto por parte de las autoridades y, por consiguiente, nos ocupamos de programas de sensibilización en escuelas y entre las familias”.

La paz con el agua

Elemento fundamental para un desarrollo socioeconómico sustentable, el agua es realmente un instrumento para acercar culturas distanciadas por viejas fricciones. “Sobre todo en las zonas rurales, donde el 90% de los pueblos no tiene acceso a agua limpia. Nuestra acción se basa e el diálogo y la concordancia”, subraya Mirko Manzoni.

Invitadas a participar en la misma mesa de diálogo para abordar la realización de los proyectos, se incita a las diversas comunidades (albanesas, serbia, roma,…) a encontrar soluciones comunes. “A través de los encuentros y los intercambios de opinión logramos acercar a las partes e instaurar un clima de confianza”, explica Astrit Vokshi, responsable de la organización no gubernamental CDI (Community Development Initiatives), socio local de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE).

“Al inicio, los representantes de las minorías no querían tener nada que ver con los albaneses por temor a ser considerados como traidores. Sin embargo, logramos hacer entender que el agua no debe considerarse un factor político sino un elemento de beneficio para todos”, observa Vokshi.

“El 10% de nuestros colaboradores pertenecen a la minoría roma”, puntualiza con orgullo el director del establecimiento de Ferizaj, antes de alzar su copa para brindar por ello… con agua, naturalmente.

swissinfo, Luigi Jorio de regreso de Farizaj
(Traducido del italiano por Patricia Islas Züttel)

Ayuda millonaria para Kosovo

En ocasión de la Conferencia de Donadores de mediados de julio, la comunidad internacional prometió ayudar a Kosovo por un valor de mil doscientos millones de euros (casi 2 mil millones de francos).

La suma comprende los 500 millones de euros de la Comisión Europea y los 250 de los Estados Unidos.

Con una contribución de 76,8 millones de francos para el periodo 2008-2011, Suiza figura entre los países más generosos, (en Europa, sólo Alemania y Noruega han prometido más fondos que la Confederación Suiza).

Berna, no obstante, ha establecido condiciones precisas: el uso de los fondos debe ser realizado bajo un severo control y las autoridades están llamadas a esforzarse en la aplicación de las reformas acordadas, especialmente en lo que se refiere al respeto de las minorías.

Per capita, Kosovo es el país que recibe el mayor monto de respaldo financiero en el mundo. De finales de la guerra de 1998 a 1999, los donativos alcanzaron la cifra de los dos mil 500 millones de euros.

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