
Al menos 30 shebab mueren en un ataque de dron estadounidense en Somalia

Al menos 30 islamistas shebab, la rama somalí de Al Qaeda, murieron en el ataque de un dron estadounidense en Somalia, informó el jueves el ministerio keniano del Interior, que rectificó así el anuncio de la muerte del cerebro del atentado contra la Universidad de Garissa en abril, en el que murieron 148 personas.
«Al menos 30 murieron, entre ellos, algunos de los terroristas más buscados», dijo el portavoz del ministerio del Interior Mwenda Njoka.
Según Njoka, varios de los «cerebros» de la ola de recientes atentados en Kenia murieron, pero retiró de un comunicado previo el nombre del cabecilla de la matanza de la Universidad de Garissa, Mohamed Mohamud, conocido también como Dulyadin, Kuno y Gamadhere.
«Fue un dron estadounidense. Las fuerzas keniatas suelen proporcionar apoyo terrestre, así como información e inteligencia para tales bombardeos», dijo el portavoz.
En abril, cuatro militantes shebab mataron a 148 personas en la Universidad de Garissa, en el noreste de Kenia, en el atentado más sangriento del grupo hasta la fecha. La mayoría de las víctimas eran estudiantes.
Estados Unidos ha llevado a cabo en los últimos años numerosos ataques contra los líderes shebab, entre ellos, Ahmed Abdi Godane, que murió en septiembre.
El del jueves se produce una semana antes de la primera visita de Barack Obama a Kenia desde que se convirtió en presidente de Estados Unidos.
Fuentes somalíes confirmaron un ataque nocturno en la zona controlada por los militantes shebab en el sur de Somalia.
Según varios testigos, al menos dos misiles alcanzaron vehículos en los que supuestamente viajaban unos responsables shebab.
«Oímos dos fuertes explosiones y la información que nos ha llegado es que los vehículos estaban cerca de la base militar shebab», dijo Abdiwahab Ali, un anciano de una localidad cercana al lugar donde cayeron los misiles.
Según otro habitante, Hasan Gesle, los residentes de la localidad aseguran que un vehículo impactado «estaba cerca de una base militar perteneciente a los shebab».
Poco después del ataque, quedó cortada la red de telefonía móvil en Bardera (sur), una de las pocas ciudades todavía en manos de los militantes islamistas, antes del asalto terrestre previsto de las tropas somalíes.