Aagesen dice que recortar un 90 % de CO2 en 2040 es una línea roja para España
Bruselas, 4 nov (EFE).- Una reducción de CO2 del 90 % en 2040 respecto a 1990 es el mínimo que puede aceptar España en la reunión ministerial de este martes donde los Veintisiete intentarán fijar ese nuevo objetivo climático de la UE, aseguró hoy la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen.
«España necesita el 90%», dijo Aagesen a su entrada a un consejo de ministros de Medioambiente celebrado en Bruselas, donde añadió que la meta de la UE «tiene que estar anclada a la ciencia».
Los ministros intentarán acordar ese objetivo para 2040 y, de paso, la meta intermedia para 2035 que deben presentar ante Naciones Unidas de cara a la inminente cumbre climática COP30 de Belém (Brasil).
El recorte para 2040 será un punto intermedio entre el 55 % de CO2 que la UE debe reducir en 2030 y la neutralidad climática ya acordada para mitad de siglo, con implicaciones para el transporte, la agricultura, la industria o la energía.
«La visión de España ha sido siempre de la máxima ambición, ese 90% de reducción de las emisiones respecto a 2040. Entendemos que varios Estados miembros han presentado flexibilidades, pero ahora es el momento de cerrar este expediente», insistió Aagesen.
La titular española no quiso valorar individualmente esas flexibilidades, como el poder comprar derechos de emisión en otros países, pero avanzó que estaría dispuesta a aceptar algunas de esas ideas.
Recordó, no obstante, que la propuesta de la Comisión Europea sobre la que se intenta construir un consenso ya contenía flexibilidades.
«Entendemos que Europa tiene que avanzar de forma solidaria y flexible, pero siempre con ambición. Por lo tanto, tendremos que ver cómo se conjugan las distintas propuestas que se presentan», dijo.
La ministra española colocó las decisiones en perspectiva de la COP30 de Brasil, que se celebra diez años después del Acuerdo de París de 2015 para intentar que las temperaturas a final de siglo no avancen más de 1,5 grados Celsius respecto a los valores preindustriales.
«Nos jugamos mucho: nos jugamos el liderazgo internacional, que es fundamental en este contexto, extraordinariamente complicado; pero sobre todo yo creo que hablamos de una Europa más unida, cohesionada, una Europa de competitividad, de certezas, certidumbre a todos y cada uno de los inversores», dijo.
Por su parte, el comisario de Acción Climática, Wopke Hoekstra, dijo que la UE debe mostrar «liderazgo, ambición y realismo» y garantizar que «se mezcla acción climática con competitividad».
El neerlandés evitó mirar al pasado y también declinó especular sobre qué pasaría si la UE no lograra fijar ese nuevo objetivo y llegase a la cumbre de la ONU con las manos vacías.
«No hagamos arqueología, vamos a centrarnos en cómo abordar este problema», zanjó. EFE
jaf/ess