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La polémica por el viaje de Valls a la final de Champions sigue en Francia

El primer ministro francés, Manuel Valls, durante una sesión de control al Gobierno en la Asamblea Nacional, en París, el 10 de junio de 2015. Valls sigue siendo objeto de polémica a raíz de su viaje a la final de la Champions afp_tickers

El primer ministro francés, Manuel Valls, seguía siendo objeto de polémica este miércoles a raíz de su viaje a Berlín en un avión del Gobierno para asistir, junto con dos de sus hijos, a la final de la Liga de Campeones de fútbol entre Barça y Juventus.

Desde el fin de semana, las críticas arrecian por ese viaje, que empaña la imagen de hombre íntegro y un tanto austero de la que gozaba hasta ahora Manuel Valls.

¿Se trata de un viaje oficial, cuyo coste (entre 12.000 y 15.000 euros, según una fuente gubernamental) está a cargo del Estado, o privado? Y en tal caso debe pagarlo él.

“Oficial”, afirma el Gobierno: Manuel Valls asistió al triunfo del Barça el sábado a invitación del presidente de la Federación Europea de Fútbol (UEFA), Michel Platini, con quien conversó antes del encuentro sobre la organización por Francia de la Eurocopa de 2016 de fútbol.

El presidente socialista francés, François Hollande, y la UEFA confirmaron esa invitación. Sin embargo, el jefe de Estado tenía previsto desde hace tiempo recibir este miércoles en París a Michel Platini, lo que hace que ciertas personas señalen que la reunión Valls-Platini en Berlín no era necesaria.

“Es una polémica franco-francesa y no concierne a la UEFA”, declaró Platini este miércoles.

El hecho de que el primer ministro sea un seguidor declarado del FC Barcelona, equipo de su ciudad natal, y la presencia de sus hijos, revelada el martes, agregaron dudas sobre la naturaleza del viaje, que no figuraba en su agenda oficial.

Él mismo aumentó la confusión al evocar su “pasión” por el fútbol y al reivindicar su derecho a “momentos de descanso” en medio de su pesada carga de trabajo.

También el presidente de la Asamblea Nacional, el socialista Claude Bartolone, hizo una defensa ambigua de Valls, aludiendo, por un lado, al “deber” del primer ministro de estar “al lado del movimiento deportivo” y, por otro, la “tentación” del “padre” que no puede “ver a sus hijos todos los días”.

– ‘Falta’ –

Ante esos mensajes confusos, que contrastan con el gran control de la comunicación que tiene habitualmente el jefe de Gobierno, la prensa francesa se mostraba severa este miércoles.

“La gran metedura de pata”, tituló el diario popular Le Parisien, estimando que el primer ministro “descarriló en pleno cielo” en momentos en que los franceses sufren “la crisis y el desempleo”.

El diario de izquierda Libération le ‘sacó tarjeta’ en un editorial titulado “Falta”, y denunció la “confusión de género” que deja al Gobierno en una difícil situación.

Por su parte, la oposición de derecha multiplica las declaraciones en las redes sociales y los medios de información para criticar al primer ministro y pedirle que pague la factura de su viaje. “Lo menos que puede hacer Valls es reembolsar”, escribió el diputado de derecha Thierry Mariani. El vicepresidente del ultraderechista Frente Nacional, Florian Philippot, escribió: “Y si, en vez de empantanarse, Valls se disculpara, reembolsara y sacara las consecuencias”.

En cambio, en la Asamblea Nacional, no hubo demasiada presión en la sesión semanal de preguntas al Gobierno, sin duda por temor a un efecto boomerang.

Según un diputado del partido opositor de derecha Los Republicanos (ex-UMP), la formación no se siente cómoda con las cuestiones de este tipo: su dirigente, el expresidente Nicolas Sarkozy, fue criticado el mes pasado por haber alquilado un avión privado para un trayecto de menos de 200 kilómetros entre París y Le Havre.

Y cuando Sarkozy era presidente, casos similares implicaron a tres de sus ministros, entre ellos al secretario de Estado de Cooperación Alain Joyandet, que debió dimitir después de haber alquilado un jet privado por 116.500 euros a expensas del Gobierno para participar en una conferencia en Martinica.

Además de la polémica, el viaje del jefe de Gobierno dio lugar a no pocos chistes. Una empresa de alquiler de vehículos publicó un anuncio en los periódicos de este miércoles con un consejo: “Estimado señor Valls, evite las turbulencias, alquile más bien un coche familiar”.

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