Veintiuna personas murieron este viernes y al menos siete estaban desaparecidas tras el naufragio de un barco que transportaba a migrantes en el mar Negro, anunció la guardia costera turca.

Los equipos de rescate lograron salvar a 40 migrantes, pero seguían buscando a entre siete y nueve personas, según un comunicado de la guardia costera.

Una mujer embarazada, trasladada al hospital, perdió a su hijo a pesar de la intervención de los socorristas, indicó la agencia de prensa progubernamental Anadolu.

El naufragio tuvo lugar a 64 millas náuticas de la localidad de Kefken, en el noroeste de Turquía.

La mayoría de los cerca de 70 pasajeros que iban a bordo de la embarcación eran iraquíes, explicó a la agencia de noticias Dogan Mehmet Ünal, el gobernador de Kandira, donde fueron atendidos los heridos.

El barco había zarpado a altura de Zonguldak, al este de Kefken, y se dirigía hacia Rumanía, informó Dogan.

La semana pasada, las autoridades rumanas rescataron a 150 migrantes que se encaminaban hacia su país, que asiste a un aumento del número de llegadas procedentes de Turquía.

Rumanía, que había permanecido al margen de los flujos migratorios hasta el momento, teme que el mar Negro se convierta en un itinerario alternativo al paso por el Mediterráneo para los migrantes que intentan llegar a Europa.

Cerca de 570 migrantes fueron interceptados por las autoridades rumanas en esa vía marítima en el último mes, cuando apenas habían llegado unos pocos desde 2015.

Ese trayecto les permite a los clandestinos evitar Grecia, donde los migrantes corren el riesgo de ser expulsados hacia Turquía, en virtud de un controvertido acuerdo cerrado en marzo de 2016 entre la Unión Europea y Ankara.

Turquía acoge a más de tres millones de refugiados, en su mayoría sirios e iraquíes.

Según cifras difundidas por Anadolu, 834 migrantes y 10 traficantes fueron detenidos en el mar Negro en siete incidentes ocurridos entre el 13 de agosto y el 9 de septiembre.