
Alertan de que alivio inicial de pacto arancelario UE-EEUU puede generar más incertidumbre
Bruselas, 6 ago (EFE).– El alivio por la consecución de un acuerdo con Estados Unidos al evitar aranceles del 30 % y dejarlos en el 15 % puede suponer para la Unión Europea (UE) un alivio a corto plazo, advierten expertos, pero añade más incertidumbre a la larga si sus promesas no se concretan en un pacto vinculante.
El acuerdo político anunciado en Escocia el 27 de julio por el presidente de EE. UU., Donald Trump, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, entrará en vigor el 8 de agosto, siete días después de lo previsto.
El pacto fija además «aranceles cero» en diversos productos, así como compras estratégicas europeas valoradas en 750.000 millones de dólares de gas, petróleo, energía nuclear o chips de inteligencia artificial; inversiones en la economía estadounidense de 600.000 millones, y un incremento de las adquisiciones de material militar de EE. UU.
“El acuerdo comercial entre la UE y EE. UU. promete un alivio temporal, pero también dificultades a largo plazo”, según la investigadora sénior y directora de las unidades de Política Económica y Empleo y Competencias del centro de estudios CEPS, Cinzia Alcidi.
La experta parte de la base de que es un “mal acuerdo” para la UE aunque supone un “avance positivo” en cuanto a que esquiva los aranceles de hasta el 30 %.
Para la Comisión Europea, el principal logro radica en que el 15 % es un tope -algo que, aseguran, no han conseguido otros socios comerciales-, y a esa cifra no se podrán añadir otras tasas.
No obstante, el CEPS alerta de que el verdadero reto está por delante dado que están por concretar los detalles y aún no hay ningún documento vinculante, lo que abre la puerta a posibles interpretaciones “erróneas” o “divergentes”, como en el caso del reciente acuerdo entre Estados Unidos y Japón.
“Aunque este acuerdo aporta una sensación temporal de calma, necesitamos un acuerdo formal para establecer una certidumbre a largo plazo. Pero incluso eso puede no ser suficiente. Trump ha demostrado su disposición a revisar o abandonar los acuerdos que ha firmado”, apunta Alcidi.
Antes incluso de que haya entrado en vigor el acuerdo, Trump ya amenazó este martes a la UE con imponerle aranceles del 35 % si no invierte los 600.000 millones de dólares que acordó inyectar a la economía del país norteamericano.
En esta situación, los expertos de este centro no se aventuran a cifrar el impacto económico del acuerdo en la UE y citan que la mayoría de las estimaciones apuntan a pérdidas mayores y precios más altos en Estados Unidos que en la UE.
Afirman que el consumo estadounidense sigue siendo sólido, impulsado por el rendimiento del mercado bursátil que aumenta los ingresos y el poder adquisitivo de los hogares, lo que puede amortiguar por el momento la demanda de productos de la UE.
En opinión de Alcidi, la UE debe evitar compensar a la industria europea por las pérdidas sufridas a causa del aumento de los gravámenes, porque hacerlo “supondría trasladar la carga de los aranceles estadounidenses de los consumidores estadounidenses a los contribuyentes europeos”.
“Eso no solo sería ineficaz desde el punto de vista económico, sino que también supondría la mayor victoria de Trump”, enfatizó.
En la misma línea, la vicepresidenta sénior interina y encargada de Innovación y Competitividad del centro de estudios German Marshall Fund (GMF), Penny Naas, afirmó que el pacto “puede que haya evitado aranceles estadounidenses más draconianos, pero los primeros detalles reflejan un revés para Bruselas en cuanto al fondo y al posicionamiento geopolítico”.
Desde su punto de vista, Trump superó a Europa al “exigir concesiones significativas y ofrecer a cambio poco más que un respiro” frente a la amenaza de aranceles más elevados, y le concede además una “ventaja significativa” en futuras negociaciones.
Destacó igualmente la “tendencia del presidente (estadounidense) a abolir o reescribir los acuerdos comerciales a su antojo”, lo que deja al orden comercial mundial sumido en la inestabilidad y “sujeto a modificaciones periódicas”.
Desde la asociación europea de consumidores, BEUC, alertan de que el resultado de esta disputa comercial afectará directamente a los consumidores no solo por las posibles subidas de precios, sino también por cuestiones más amplias relacionadas con “la interacción entre la política comercial, la protección de los consumidores y la responsabilidad democrática”.
Mientras, para la patronal europea, BusinessEurope, aún se debe encontrar una solución para “sectores importantes que parecen quedar excluidos del acuerdo”. EFE
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