
Argelia anuncia que no cederá ante «presiones» ni «amenazas» por parte de Francia
Argel, 7 ago (EFE).- Las autoridades de Argelia afirmaron este jueves que no van a ceder ante «presiones» ni «amenazas» de Francia, después de que el presidente del país europeo, Emmanuel Macron, pidiera a su Ejecutivo suspender los acuerdos de 2013 con la nación magrebí, que eximen de visados a argelinos titulares de pasaportes diplomáticos.
El Gobierno de Argelia señaló, en un comunicado difundido por el Ministerio de Exteriores, que ante la suspensión unilateral del acuerdo por parte de Francia, el país norteafricano responderá de manera recíproca con diplomáticos del territorio galo, una decisión que -subrayó- notificará a Macron por vía diplomática y «sin demora».
«Los visados concedidos a los titulares franceses de pasaportes diplomáticos y de servicio estarán sujetos a las mismas condiciones impuestas por Francia a sus homólogos argelinos», afirmó Argel.
Las autoridades argelinas aseguraron que, desde el comienzo de la crisis entre ambos países en mayo de 2024, Argelia adoptó reacciones que se ajustaron «rigurosamente» a la aplicación del principio de reciprocidad.
Argelia acusó también al Gobierno de Macron de no cumplir sus compromisos con el acuerdo de 1968, relativo a la circulación, el empleo y la residencia en Francia de nacionales argelinos y sus familias, ni con la convención consular argelino-francesa de 1974.
Además, señaló que Francia convirtió en su «único y exclusivo objetivo» el acuerdo de 1994, sobre la readmisión de nacionales del país magrebí en situación irregular en Francia.
El pasado 26 de julio, Argelia convocó al encargado de negocios francés en la nación norteafricana para pedir explicaciones por las «persistentes» restricciones en la recuperación de valijas diplomáticas y extendió medidas recíprocas a funcionarios consulares del país galo.
Las relaciones diplomáticas se deterioraron a partir de mayo del año pasado, cuando Argelia retiró a su embajador en respuesta al apoyo francés al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental como «única base» para solucionar el contencioso.
Desde entonces, han vivido varios episodios de tensión agravados por la detención del escritor argelino francés Boualem Sansal y, además, por el rechazo de Argelia de acoger a condenados por delitos de terrorismo que han cumplido ya su pena en Francia.
El pasado abril, el ministro francés de Exteriores, Jean-Noël Barrot, visitó Argel con intención de reanudar las relaciones, pero poco después la crisis se intensificó con la expulsión de 12 funcionarios de la nación europea, tras la detención de un agente consular en París.
París llamó a consultas a su embajador en Argelia, al tiempo que expulsó también a 12 empleados consulares argelinos y acusó a las autoridades del país magrebí de optar por «la escalada».
Las relaciones entre Francia y Argelia, excolonia francesa, atraviesan a menudo altibajos donde cuestiones como la migración, la memoria de la colonización y el peso de las comunidades argelinas en territorio francés continúan influyendo en la dinámica política bilateral. EFE
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