Asombro y admiración entre visitantes en la esperada apertura del Gran Museo Egipcio
Shady Roshdy y Khadija Bousmaha
Guiza (Egipto), 4 nov (EFE).- Cientos de turistas foráneos y locales acudieron este martes, maravillados entre los colosos, a la apertura completa al público del Gran Museo Egipcio (GEM, en inglés), un hito cultural que culminó más de dos décadas de obras y retrasos para exhibir en su interior más de 100.000 piezas que abarcan 7.000 años de historia, desde el Egipto predinástico hasta el periodo grecorromano.
Bajo el sol del desierto, éstos primeros visitantes pudieron admirar la nueva joya de la arqueología del Antiguo Egipto, con su imponente fachada de alabastro y vistas privilegiadas a las pirámides de Guiza que marcan una nueva era para la preservación y exhibición del legado faraónico.
Risas y monumentos
En la explanada de acceso al museo, los turistas esperaban, entre risas y sacando miles de fotografías frente a los guías que portaban banderas que representaban distintos idiomas, a cruzar los controles de seguridad.
Al entrar al vestíbulo, los visitantes son sorprendidos con la monumental figura de Ramsés II, de 11 metros, 83 toneladas y más de 3.200 años de historia, para luego subir unas escaleras que ascienden hacia un gran ventanal con vistas a las pirámides que invitan a la pausa y la admiración.
Se compartía una emoción latente: «Estoy realmente abrumado por la espectacularidad, el cómo nos recibió la estatua colosal que hay de Ramsés en el ingreso», cuenta a EFE Pedro, un turista peruano de 61 años.
Pedro siente envidia, dijo, de la grandiosidad faraónica reunida en un solo museo: «Recién estamos entrando y esto es realmente increíble. De cierta manera, me genera envidia porque soy peruano y en el Perú tenemos una cultura milenaria también, pero no tenemos un museo público que concentre toda la grandiosidad».
El siguiente asombro lo causa la denominada Gran Escalinata, flanqueada por más de 80 estatuas de faraones, colosos, sarcófagos y estelas del Antiguo Egipto, una escaleras que ascienden hacia un gran ventanal con vistas a las pirámides.
Una vez ahí, los turistas se esparcen entre las 12 salas que albergan decenas de miles de piezas.
No fue fácil
«Su traslado no es, por su puesto, fácil», cuenta a EFE Issa Zeidan, director General de Restauración y Transferencia de Antigüedades del GEM al explicar cómo los fondos han llegado al museo, y asegura que «una de las operaciones de traslado más difíciles» fueron las piezas «rotas pertenecientes al rey Tutankamón».
Zeidan también desvela las novedades de célebre faraón en el GEM: «Hay algunas piezas que se exhiben por primera vez como los fetos pertenecientes a las hijas de la reina Hatshepsutel, el ataúd de madera, el oro que se encontraba en el recinto…».
El GEM exhibe casi 6.000 piezas al ajuar funerario de Tutankamón, reunidas por primera vez desde su hallazgo en 1922, pero la que más atención llama de todos los visitantes, por excelencia, es la máscara de oro del joven faraón.
«La primera impresión ha sido impactante porque no me esperaba el impacto de la entrada con la imagen esa portentosa -en referencia a Ramsés II- (…) Luego pues me ha sorprendido la espectacularidad del museo», narra fascinado.
Orgullo y belleza
Algunos como el también español Marc Boch visitaron el GEM por sorpresa. «Hemos venido el domingo de viaje de trabajo y justo tenemos un hueco… Es una grata experiencia ver todas las piezas de Tutankamón, nos ha gustado mucho y es muy recomendable», dijo.
La arquitectura monumental, la luz naranja suave que resalta aún más la belleza de los objetos y envuelve las salas, junto la magnitud de las piezas expuestas convierten la visita en una experiencia única que combina emoción, historia y orgullo nacional.
Es el mismo orgullo que siente Tomás Tawfik, un joven egipcio de 21 años, que alaba un «museo tan increíble y de una belleza extrema».
«De verdad, es algo muy poderoso… Me siento orgulloso de ser egipcio», añade mientras admira la máscara «que une el pasado de los faraones» con el actual Egipto.EFE
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