Avanza escrutinio de la elección legislativa en Afgnistán mientras se sigue votando
Afganistán proseguía el escrutinio de votos de la elección legislativa del sábado, marcada por la violencia que dejó 36 muertos, aunque la votación continuaba este domingo en 401 centros de votación que no habían podido abrir en la víspera.
Esos 401 centros de votación de 22 provincias que no pudieron hacerlo el sábado permanecerán abiertos hasta las 17H00 locales (12H30 GMT), informó la Comisión Electoral Independiente (CEI), organizadora de la votación.
Esos centros de votación no habían podido abrir por disfunciones (listas de votantes incorrectas, falta de asesores, terminales biométricas defectuosas).
La votación en la provincia de Kandahar (sur), por su parte, se postergó hasta el próximo sábado después de que un ataque de los talibanes diezmara a la mayoría del personal de seguridad provincial.
Los problemas de organización provocaron críticas contra la CEI.
«¡Qué verguenza la CEI!», escribió un internauta en su página Facebook.
«Las peores elecciones nunca vistas», afirmó otro internauta en las redes sociales.
«Hubo muchas inperfecciones y deficiencias en la organización de las elecciones. Todos esos incidentes son violaciones del código electoral», dijo por su parte el portavoz de la Comisión de Verificación Electoral (ECC, por sus siglas en inglés).
La composición del nuevo Parlamento se conocerá recién el 10 de noviembre.
El viceministro del Interior, Akhtar Mohammad Ibrahimi, señaló en una conferencia de prensa que murieron 36 personas, de las cuales 27 eran civiles, y se registraron en 193 incidentes en todo el país.
También unos 100 civiles resultaron heridos en ataques armados en cinco colegios electorales, y hubo más de 70 ataques con cohetes y un número todavía desconocido de explosiones de artefactos caseros.
Al final de la jornada del sábado, se produjo un atentado suicida en Kabul en el que murieron por lo menos 15 personas.
No obstante, Ibrahimi señaló con satisfacción que, según investigaciones, se produjeron un «50% menos de ataques que en las elecciones presidenciales de 2014», en las cuales «se registraron más de 400 incidentes» de violencia.
El portavoz talibán Zabihullah Mujahid, quien la mañana del sábado había instado nuevamente a los ciudadanos a «abstenerse de participar en este proceso teatral para proteger sus propias vidas», dijo que efectuaron «407 ataques» y, según él, hicieron «fracasar la elección».
Durante la campaña electoral, centenares de personas murieron o resultaron heridas en actos violentos relacionados con los comicios. Y al menos 10 candidatos de los 2.500 fueron asesinados.
– Disfunciones –
Los electores hicieron largas colas ante los colegios electorales, pero en gran medida a causa de problemas como la falta de listas electorales o el mal funcionamiento de los terminales de reconocimiento biométrico, utilizados por primera vez.
El jefe del Ejecutivo afgano, Abdulá Abdula, tuvo que esperar 45 minutos para poder votar.
«Éramos casi 500 personas frente a la puerta esperando casi dos horas para poder votar. El centro abrió tarde, luego no encontraban nuestros nombres, y votar con estas máquinas toma de 15 a 20 minutos por cada persona», explicó a la AFP Haroon Majidi, un votante de Kabul.
«Voté en la mayoría de las elecciones anteriores, pero ninguna fue tan caótica como ésta», tuiteó Tabish Forugh, un elector también en Kabul.
Pero los electores se quejaban sobre todo del riesgo de permanecer mucho tiempo en las colas debido a las amenazas terroristas.
«He venido a votar arriesgando mi vida. Estoy preocupado», señaló Asadulá, de 22 años, delante de un centro de voto en Mazar-i-Sharif (norte).
«Pero tenemos que desafiar a los talibanes (…) porque es un día histórico», añadió.
Más de 2.500 candidatos están en liza por los 249 escaños en la cámara baja del Parlamento. La mayoría de ellos ya fueron electos, se trata de descendientes de caudillos locales, hombres de negocios o miembros de la sociedad civil.
La consulta también fue considerada como una prueba crucial para las presidenciales del próximo año, y un paso importante antes de una reunión de la ONU en noviembre en Ginebra, en que Afganistán deberá demostrar progresos en su proceso democrático.