Barcelona compartirá su simulacro climático con ciudades que luchan contra calor extremo
Río de Janeiro, 4 nov (EFE).- Barcelona compartirá los resultados del simulacro climático que realizará en 2027 para preparar a la ciudad contra los riesgos del calor extremo con otras ciudades interesadas, afirmó este martes en Río de Janeiro la primera teniente del Ayuntamiento de Barcelona, Laia Bonet.
«Compartiremos los resultados para que otras ciudades, con sus adaptaciones, también estén preparadas para las situaciones de emergencia que se produzcan con temperaturas extremas que sabemos que llegarán», dijo a EFE Bonet.
La concejala presentó este martes el plan de Barcelona ante las cerca de 300 autoridades municipales y regionales que participan en la Cumbre Mundial de Alcaldes, el evento en Río de Janeiro previo a la COP30, la conferencia climática que Brasil albergará desde la próxima semana en la ciudad amazónica de Belém.
El objetivo del simulacro es poder detectar la capacidad de respuesta de la ciudad a una situación extrema de temperatura, estudiar qué pasa con elementos clave como las infraestructuras o las comunicaciones si se llegaran a picos extremos de temperatura e identificar los puntos débiles para desarrollar estrategias para mejorar la resiliencia.
En la Cumbre de Alcaldes, Barcelona se sumó a la creación del Acelerador de Ciudades Frescas, una iniciativa en la que participan 33 ciudades que se comprometieron a adoptar medidas urgentes y coordinadas para proteger a sus ciudadanos y adaptar los espacios urbanos ante un previsto futuro más caluroso.
Bonet explicó que uno de los objetivos de este mecanismo es que las ciudades puedan compartir sus experiencias exitosas y las medidas que han adoptado para afrontar los riesgos del calor extremo, que en el caso de Barcelona incluye el simulacro.
«En Barcelona estamos trabajando de forma valiente y ambiciosa para implementar políticas concretas que nos ayuden, por un lado, a reducir los efectos del cambio climático y, por otro, a mitigar los efectos del cambio climático en el contexto urbano», dijo.
Aseguró que las políticas adoptadas buscan no solo la transformación sino también la adaptación de la ciudad a escenarios previstos, por ejemplo, por el aumento del calor a niveles extremos.
Según Bonet, una de las propuestas es el simulacro que Barcelona realizará en el primer trimestre de 2027 y que movilizará a todos los actores posibles, desde el Ayuntamiento y los operadores de servicios y los socorristas hasta las asociaciones de vecinos y los propios habitantes de la ciudad.
«En el momento en el que se produzcan esos escenarios de subida de temperaturas todos tienen que estar preparados y saber qué tienen que hacer», dijo.
Agregó que, además de preparar a la ciudad para una posible emergencia sanitaria y una alta demanda de los servicios de salud, el simulacro también evaluará como resistirán las infraestructuras de la ciudad, como el pavimento, las redes eléctricas o los rieles.
«Vamos inicialmente a recrear los efectos de un escenario de temperaturas extremas, de más de 45 grados centígrados de forma sostenida o de picos de 50 centígrados, en el que vamos a activar refugios climáticos en las escuelas, distribuir agua, atender a los más vulnerables en una emergencia que duraría varios días», explicó.
El Ayuntamiento, agregó, también hará otro simulacro, más operativo, para verificar cómo funcionaría un gabinete de crisis en el que participarían todos los actores y coordinar lo que cada uno va a hacer. EFE
cm/mp/ads