Birmania autoriza vender la filial del operador noruego Telenor al libanés M1

Una persona utiliza su teléfono móvil junto a un anuncio del operador noruego de telecomunicaciones Telenor el 26 de septiembre de 2014 en Rangún afp_tickers

La junta militar de Birmania autorizó la venta de la filial local del gigante noruego de las telecomunicaciones Telenor al grupo libanés M1, indicaron el viernes ambas sociedades.

«El grupo M1 ha sido informado de que la Comisión de Inversiones de Birmania ha aprobado la petición del grupo Telenor para la venta de Telenor Myanmar a Investcom PTE Ltd, filial del grupo M1», señaló la firma libanesa en un comunicado.

En otro comunicado, el grupo de telecomunicaciones noruego afirmó que la venta había recibido «la aprobación reglamentaria final».

Telenor anunció en julio la venta de su filial birmana por 105 millones de dólares como consecuencia del golpe de Estado militar de febrero de 2021, que desencadenó una ola de represión con más de 1.600 muertos y 11.000 detenidos.

«Ya no podíamos soportar la situación en Birmania, pues las leyes locales entraban en conflicto con las leyes internacionales, además de con nuestros propios valores», declaró el director general de Telenor, Sigve Brekke, este viernes a la AFP.

«El día en que los militares tomaron el poder, la batalla por la seguridad de los clientes se perdió. La realidad es que el ejército es responsable de los problemas que hemos tenido sobre los datos de los clientes y los derechos humanos», afirmó.

En septiembre, Telenor había acusado a la junta de exigir la instalación de unos equipos para espiar las telecomunicaciones, algo que la compañía aseguró que se había negado a hacer.

Para satisfacer una exigencia de la junta, M1 se asociará al consorcio birmano Shwe Byain Phyu en la dirección de la nueva entidad, explicó Telenor.

Shwe Byain Phyu tiene más de 2.000 empleados en Birmania e intereses en el comercio del petróleo, de materias primas y en actividades marítimas, según su página web.

Numerosas empresas occidentales han anunciado su marcha de Birmania tras el golpe, como las petroleras TotalEnergies y Chevron, la compañía de cigarros británica BAT o la cervecera japonesa Kirin.